El primer japonés que pisó suelo cubano fue el samurai Hasekura Rokuemon Tsunenaga, al anclar en la bahía de La Habana el navío «San José» en su tránsito hacia España, en la madrugada del mes de julio de 1614.

Los primeros indicios de la aparición del judo en Cuba se registraron con la primera visita que hiciera el japonés cuarto dan señor Mitsuyo Maeda, también conocido como «El Conda Koma«, el cual ganó gran reputación en la Isla. 

Mitsuyo había viajado indistintamente al país en varios años, comprendidos en el período de 1908 a 1921. En uno de sus viajes en 1912 arribó con otros tres judocas nipones: Ono Okitaro, Satake Nobushiro e Ito Tokugoro; estos fueron llamados: «Los Cuatro Emperadores«.

En sus visitas a Cuba realizó varias demostraciones, algunas de ellas en el Centro Asturiano de La Habana y se dice que su judogi se mantuvo preservado en una vitrina de ese centro durante muchos años.

Aunque ya habían indicios de judo en Cuba, no es hasta principios del año 1951 que se introdujo oficialmente el judo clásico japonés en la Isla, de una forma organizada y sistemática, con la llegada al país entre los meses de enero-febrero del maestro Andrés Kolychkine Thompson.

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Introducción del Judo en Cuba

Fue precisamente en febrero de este año cuando el judo se exhibió en todas sus facetas: como actividad deportiva, como medio de defensa personal y como actividad social. Se sentaron bases sólidas para una amplia y potente organización, con la inauguración del primer dojo o sala de judo, que se nombró Jujutsu Club Habana, ubicado en un edificio de la calle 23 #1461, casi esquina a 24, en la barriada del Vedado.

En abril de 1951, ancló en la bahía habanera el crucero escuela de la Marina de Guerra Francesa. Formaba parte de la tripulación un grupo de judocas franceses, que tenían la encomienda del profesor Jan D’Herdt, de hacer contacto con los judocas cubanos y desarrollar un tope amistoso. El dia 12 del propio mes ocurre la primera experiencia internacional del judo cubano.

Judo
Crucero francés mencionado

Meses más tarde, el señor Andrés Kolychkine promovió una convocatoria dirigida a los profesores y miembros representativos del judo cubano, para efectuar una reunión donde se estudiaría la posibilidad de la creación de la Federación. De acuerdo con la convocatoria, el dia 14 de julio comienza la reunión para estudiar esta posibilidad.

Se tomó el acuerdo de que una Junta directiva compuesta por 3 a 5 miembros se encargase de la dirección de la Federación hasta su definitiva constitución.

El 13 de agosto de 1951 se envió carta al señor Tomasso Betti Berutto, vicesecretario de la Federación Internacional de Judo (FIJ), solicitando la inscripción de la Federación Cubana de Judo y Jujutsu (FCJJ), en la referida organización internacional. 

Este mismo mes, la FCJJ recibe una carta proveniente de Roma donde el señor Betti Berutto les informa que habían sido aceptados como miembros provisionales de la FIJ hasta su admisión definitiva en el Congreso de Zurich, en 1952.

También se realizan demostraciones de judo en varias partes de la ciudad y en diferentes actos sociales con el objetivo de continuar divulgando el judo hasta hacerlo llegar a todo el pueblo.

El 12 de diciembre de 1951, se efectuó el primer evento competitivo oficial del FCJJ, denominado Demostración de Judo y Competencias Interclubs por la Copa Kawaishi, efectuado en el Club Cubanaleco, en 17 y N, El Vedado.

De esta manera comienza el desarrollo del judo en Cuba, empezando por La Habana y extendiéndose posteriormente al resto del país y cumpliéndose los principales objetivos de Andrés Kolychkine al llegar a la Isla.

Andrés Kolychkine: El introductor del judo en Cuba.

Andrés Kolychkine Thompson fue inscrito en Petrogrado, el 11 de marzo de 1913 y vivió sucesivamente en Bélgica, España y más tarde en Cuba. 

Cursó los estudios de bachillerato e inició la carrera de ingeniería, pasó a la Marina y luego hizo estudios de licenciaturas en Ciencias Comerciales y Consulares. Completando su realización personal, estudió Educación Física y tuvo una activa vida deportiva, especialmente en los deportes de combate. En el período de postguerra integró el equipo belga de judo, con gran participación internacional.

Judo

Posteriormente, por iniciativa del maestro Kawashi (fundador del judo europeo) y con el respaldo de Bonet Maury (vicepresidente de la Federación Internacional de Judo), parte hacia Cuba con tres objetivos fundamentales:

1-Introducir el judo en Cuba

2-Auxiliar al desarrollo del judo en Centroamérica

3-Propiciar, desde Cuba, la unidad del judo de las Américas.

A inicios del año 1951, Kolychkine llegó a Cuba con la recomendación del Comité Olímpico Belga e inició las labores encomendadas: dedicarse a la formación de profesores y propiciar la apertura de los centros de judo en la Isla. A finales del mismo año creó la Federación Cubana de Judo y, en 1952 celebró el Primer Campeonato Nacional de Judo, con lo cual la divulgación del judo se extendió a todo el país, asegurándose su desarrollo futuro.

Judo

A partir de enero de 1959, Kolychkine presidió la Comisión Técnica Nacional, entrenó el Equipo Nacional de Cuba y luego pasó al deporte universitario.

También, en los primeros años de la Revolución, trabajó en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, laborando como asesor en la preparación física combativa a nivel nacional de la Marina de Guerra Revolucionaria. Así mismo colaboró con el Ministerio del Interior, en la preparación de cuadros en las artes de combate. En el deporte universitario, tuvo la responsabilidad del departamento de Educación Física «Victoria de Girón», en 1962; luego como jefe de departamente de la Sección de deportes del Instituto Superior Pedagógico «José Varona». Recibió la Orden «Frank País» por haberse dedicado más de 40 años a la docencia, de los cuales 25 fueron en la Educación Superior. 

El padre del judo cubano falleció el 14 de marzo de 1997, a la edad de 84 años; dejando para la posterioridad un ejemplo de educador incansable, firme y severo maestro. Su huella quedará para siempre en la memoria de los judocas y de todos los artistas marciales de Cuba.