Algunos actores llegan a integrarse tanto con sus personajes que terminan fundiéndose con ellos, hasta un punto que no se puede saber con certeza en dónde termina el hombre y comienza la ficción. Erdwin Fernández fue uno de esos hombres; para el resto de sus semejantes, fue, es y será, simplemente, el payaso Trompoloco.
Erdwin Juventino Fernández Sánchez, para la mayoría Erdwin Fernández, y para todos Trompoloco, nació el 29 de enero de 1928 en la ciudad de Camagüey.
Matriculó la carrera de arquitectura en la Universidad de La Habana, pero decidió abandonarla para dedicarle el 100 % del tiempo a la actuación, una pasión que arrastraba desde el bachillerato, cuando había incursionado en algunas obras como aficionado.
Durante la década del 40 se hizo popular por el personaje de «Simplicio Bobadilla y Comejaibas», el cómplice de Tres Patines, que interpretaba en la Tremenda Corte de RHC Cadena Azul.
Erdwin Fernández un payaso Trompoloco
A Trompoloco, el personaje que lo inmortalizaría en la cultura popular le dio vida en el programa «Chiquilín» de la CMQ en la naciente televisión cubana. El clown de cara blanca causó sensación entre los niños por su personalidad envolvente y su facilidad para improvisar en un escenario en que los programas se hacían en vivo.
La carrera de Erdwin Fernández siguió dando pasos muy firmes a finales de la década del 60 cuando se incorporó al Teatro Estudio, en el que trabajo la dirección de Raquel Revuelta. Con ella se presentaría, con gran éxito de público, en la adaptación de los cuentos del Decamerón y «La última carta de la baraja».
Su experiencia en la RHC le sería muy útil en Radio Progreso, cuando, a partir de 1977, se integró al elenco de Alegrías de Sobremesa. En esa célebre comedia radial dio vida a dos personajes recurrentes: el niño Adolfito (Erdwin Fernández tenía una gran facilidad para impostar la voz) y Gervasio Escobar y Campanario (que combinaba los nombres de tres de las calles más populares de Centro Habana).
El cine fue en la vida de Erdwin Fernández breve y periférico, pero a la vez significativo: Sólo actuó junto a Julito Martínez en «Las aventuras de Juan Quinquín» de Julio García Espinosa, en el que interpretó a «Jarecho» el compadre del protagonista; y dobló la voz del inventor Oliverio Medina en «Elpidio Valdés contra dólar y cañón», el segundo largometraje dedicado al popular héroe animado de las guerras de independencia.
Como escritor legó Erdwin Fernández tres obras fundamentales: un libro llamado «Cuentos de payasos» que recoge sus experiencias durante la gira que emprendió con el Circo Nacional de Cuba por varios países latinoamericanos durante la década del 80; y «La carpa azul» y «Las dos botellas», que serían publicados después de su muerte, acaecida el 23 de octubre de 1997 en La Habana -no el 22 como reseñan algunas fuentes, según le fue informado a este sitio por Eduardo Fernández Collado, hijo menor del actor.
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