Es creencia común asumir que nuestra capital siempre se llamó Habana, y que su escritura con v se debe a un anglicismo, o que solo en los lejanos albores de La Colonia se empleaba así.

Te sorprenderá saber que a nuestra ciudad no siempre se le llamó La Habana, pues a veces fue Havana y otras menos Hauana y Abana.

Desapolillando nuestros archivos hemos hallado en el tomo I de las Actas Capitulares de La Habana de Emilio Roig un excelente y esclarecedor análisis sobre el tema. Las palabras que siguen pertenecen exclusivamente al primer Historiador de la Ciudad de La Habana.

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Un examen minucioso de los Libros de Cabildos del Ayuntamiento de La Habana, desde el año 1550, nos permite afirmar que invariablemente, salvo rarísimas excepciones, que debemos atribuir a la mala ortografía del copista, aparece escrita la palabra Habana, tanto en las Actas como en los documentos a ellas, unidos, siempre con v, iniciándose en 1798, como costumbre, el uso de la b, en los documentos fechados en La Habana, y no siendo sino hasta 1818 cuando se impone el empleo de la b en todas las actas de los Cabildos siempre que en ellas se escribe la palabra Habana.

Mapa Habana Mercator 1609
La primera muestra que hemos encontrado es de este mapa fechado en 1609 llamado Mercator. Elaborado en Latín se lee Havana, el primer nombre dado por los españoles en su proceso de conquista

En efecto, aunque la ortografía del tomo primero —1550-1572— de las Actas Capitulares originales es muy variable y confusa, la palabra Habana aparece escrita, en lo que al uso de la v y la, b se refiere, en la misma forma que la palabra villa, y de manera distinta que la palabra cabildo y que el apellido Borroto, del escribano del Cabildo: es una v, aunque con un rasgo alargado, pero en dirección distinta al de la b.

Esta es la ortografía constante de la palabra Habana, salvo rarísimas excepciones —que, según hemos dicho, deben atribuirse más bien a error ortográfico del copista— tales como las de una nota marginal referente a pregón efectuado en 21 de junio de 1551 (folio 29), y otra del cabildo del 19 de junio de 1551 (folio 30), en que aparece la palabra Habana con la misma b de cabildo.

Desde el 5 de enero de 1554 (folio 103), se encuentra la palabra escrita Hauana, con la v casi igual a u, que irá siendo cada vez más frecuente, hasta convertirse en la ortografía habitual de la palabra en todo el siglo, y en gran parte del siguiente.

En la primera de las Cédulas Reales en que aparece el nombre de la Villa, y que figura, esmeradamente transcripta, como las demás, por el escribano de Cabildo Francisco Pérez de Borroto en el primer tomo de las Actas Capitulares, se emplea la ortografía Hauana.

Continuando ahora el examen de las actas y documentos existentes en los tomos segundo y siguientes de los Libros de Cabildos originales de nuestro Ayuntamiento, encontramos los datos y noticias que conocerá el lector si prosigue la lectura de este capítulo.

mapa habana-chorrera 1635
Este pequeño plano de 1635, supuestamente, es un proyecto de fortificación en la Chorrera también se refiere a la ciudad como Havana (esquina superior derecha).

Havana, o más bien Hauana es la ortografía que aparece invariablemente en actas y documentos hasta 1693, con sólo las excepciones siguientes:

– en 1576, en 1585, en 1596 y en 1625, una vez en cada año.
– en 1648, dos cabildos, una copia de Real Cédula de 1647 y un recibo del Alférez Mayor.
– en 1649, cuatro cabildos y una fianza; y en 1656 un auto.

En todo este tiempo no hay originales de reales cédulas en los Libros de Cabildos; sus copias, hechas en esta ciudad, aparecen siempre con la palabra Havana. Es de notar que en la copia de las primeras Ordenanzas Municipales, originales de Alonso de Cáceres, y promulgadas en 1641, se encuentra siempre la palabra Havana.

En 1693 encontramos las primeras cédulas originales, firmadas por el Rey, y en ellas también figura la palabra Havana. Las hay también en 1695 y en 1709.

¿Abana? ¡solavaya!

Por primera vez se halla en los Libros de Cabildos la palabra Abana, en Cédula Real firmada por Felipe V en Zaragoza, el 16 de marzo de 1711; y la de Habana en otra Cédula Real, también firmada por Felipe V, en El Pardo, a 14 de agosto de 1714.

Faltan los datos correspondientes a 1718-1723. Pero desde 1723 a 1731 los documentos reales todos dicen Havana, con la sola excepción de un título de Escribano, fechado en Madrid el 13 de julio de 1727, que dice Habana.
También aparece la palabra Habana en carta dirigida a la Ciudad y firmada por Antonio de Oviedo, en México, enero 1′, 1730; y Abana en carta de la Ciudad de Guatemala a la Ciudad de La Habana en enero 17, 1730.

Todos los documentos fechados en La Habana, incluso las copias de Reales Cédulas, etc., siguen diciendo Havana. La palabra Habana aparece, en cambio, en carta de Gaspar, Obispo de Barcelona, que había sido anteriormente nombrado Obispo de La Habana, pero no llegó a tomar posesión aquí. La carta, dirigida a la Ciudad, tiene fecha Cádiz, agosto 15, 1731.

mapa proyecto habana y alrededores 1750
Año 1750. Las autoridades españoles planean la ampliación de Guanabo y alrededores. Se observa que Havana y Guanavacoa se escriben en ambos casos con V

También es de notar que en los dos tomos de Cédulas Reales trasuntadas que existen en el Ayuntamiento, y que corresponden, respectivamente, a los años de 1693 a 1723 y de 1715 a 1721, la palabra aparece siempre escrita es Havana; como quiera que fueron trasuntados en 1882-83, cuando ya estaba definitivamente en uso de la palabra Habana, la ortografía Havana debe corresponder a las Cédulas Reales originales, o por lo menos a las copias hechas por el Escribano del Cabildo habanero.

Desde 1731 a 1739, todos los documentos fechados así en La Habana como en España, contienen siempre la palabra Havana, salvo una Cédula Real firmada por Felipe V en Sevilla, a 7 de mayo de 1723, en que dice Abana; y una certificación de Eugenio Portales, escribano de Madrid, con fecha 19 de julio de 1734, que dice Habana.

Por primera vez—salvo las excepciones ya señaladas en los siglos XVI y XVII encontramos la palabra Habana en documento cubano: un memorial impreso, dirigido al Rey por los Comisionados Capitulares y vecinos del pueblo de Guanabacoa, solicitando para esa población el título de villa, y su separación del distrito y jurisdicción de La Habana, sin fecha.

Pero en la certificación del Escribano de Madrid, que figura manuscrita al pie del mismo, con fecha 30 de mayo de 1739, y en el Real Despacho firmado por Felipe V, de la misma fecha con que envía la copia de dicho memorial a la ciudad de La Habana, aparece escrito Havana.

Ese documento impreso es, según la antedicha certificación de Madrid, copia del original que quedaba en la Escribanía del Consejo y Cámara de Indias, pero tratándose de un impreso, es lógico que fuera otro ejemplar de los que se enviaron de Guanabacoa a España, aunque no consta así, expresamente.

En la península: Habana; en la Isla: Havana

Desde el año de 1743 en adelante hasta el período de la dominación inglesa, todos los documentos reales provenientes de España traen la palabra Habana, con excepción de una Real Cédula firmada por Carlos III en Buen Retiro, a 16 de septiembre de 1760; por lo cual se observa la paradoja de que el uso de la palabra Habana en vez de Havana aparece, y luego se generaliza, en los documentos oficiales de la corona de España durante el reinado del monarca extranjero, del francés que inicia la dinastía de los Borbones en España.

Entretanto, en nuestra ciudad, todos los documentos siguen presentando la palabra Havana, tan invariablemente como lo hicieran desde 1550, con la única excepción de un recibo del Mayordomo de Propios, de l9 de abril de 1761, pero luego el mismo Mayordomo continúa escribiendo Havana en otros recibos de mayo y junio del mismo año. El Escribano de Cabildo Ygnacio de Ayala, escribe invariablemente Havana, aun cuando transcriba documentos españoles. El gobernador de La Habana, Juan de Prado Portocarrero, en 6 de mayo de 1762, también escribe Havana.

mapa Havana bahía 1708 francés
Esta plano francés está elaborado entre 1702 y 1708. Se usa el término Havana pero en este caso debe ser por la traducción latina del término como hemos visto en el primero de los mapas (el Mercator 1609), en otros mapas franceses posteriores se usó el término Havanne para referirse a la ciudad

Después de la dominación inglesa apenas aparece en los Libros de Cabildo ningún documento real; pero en todos los existentes, de 1781, 1784, 1785, 1793, 1794 y 1795 encontramos la palabra Habana, salvo en uno de 1780 y otro de 1794. Entretanto, todos los documentos habaneros, lo mismo manuscritos que impresos ofrecen la palabra Havana.

También dice Havana una cédula firmada por Carlos IV en 1797. Los gobernadores españoles de La Habana —Las Casas, Santa Clara— escriben invariablemente Havana.

En 1798 es cuando empieza a aparecer —según ya expusimos— en documentos fechados en La Habana la palabra con b. Hay una petición de Manuel Ruiz, Portero Supernumerario del Ayuntamiento, de abril 18; y una petieión de una vecina, Cayetana Muñoz, solicitando pluma de agua, de marzo 10, pero en este caso es posible se trate de falta de ortografía.

El primer documento importante es el de José Pablo Valiente y Brabo, Intendente Visitador de Real Hacienda, que en una serie de escritos referentes a una causa seguida contra Pablo Estévez, con fecha 29 de agosto de 1798, emplea cuatro veces la palabra Habana. También hay dos copias de documentos españoles de ese mismo año hechas por el escribano de Cabildo en 1799, donde se escribe Habana.

En 1799, en 7 de junio, aparece por primera vez la palabra Habana escrita por un Gobernador de la Isla, el marqués de Someruelos, en nota a una exposición de Pablo Martínez. Y también en 1799, se encuentra por primera vez la palabra Habana en un acta del Cabildo: es la de fecha 16 de agosto, suscrita por el Escribano de Cabildo, Miguel Méndez, y así continúa en las siguientes, hasta fin de año.

Desde entonces se inicia el cambio gradual de ortografía, que ha de ser muy lento, pues vemos que en 1800, los cabildos dicen Habana hasta agosto, y luego nuevamente Havana, mientras el Gobernador Someruelos, el Mayordomo de Propios de la Ciudad, la Junta Consular, el Síndico, los Regidores, etc. continúan escribiendo Havana.

La alternancia de la b y la v a principios del siglo XIX

En 1802 y 1803 alterna la b con la v en actas de cabildos y documentos en general. En los años siguientes, el marqués de Someruelos emplea con frecuencia Habana, y en 1808 hay, por primera vez, una proclama impresa del mismo, como Capitán general, con fecha 27 de enero, con la palabra Habana.

mapa habana 1691
En cambio podemos observar en este mapa fechado en 1691 que se hace uso de la palabra Habana que continúa en la actualidad definiendo a la capital de todos los cubanos

Todas sus proclamas impresas conservarán en lo sucesivo esa ortografía, que cada vez se irá generalizando más, aunque por largo tiempo haya muchos —Regidores, Mayordomo de Propios, Escribano de Cabildo, vecinos y el mismo Someruelos— que escriban todavía Havana.

En 1814, el gobernador Juan Ruiz de Apodaca escribe Habana, y Habana dice también el Diario del Gobierno —impreso— en dos ejemplares que aparecen entre las Actas del Cabildo, y que llevan fechas 21 y 25 de julio respectivamente.

En cambio, Arango y Parreño, escribiendo al Ayuntamiento desde Cádiz, en abril 7 del mismo año de 1814, dice Havana.

En 1816, después de algunos años en que la ortografía habitual de las actas de Cabildos era, Habana, aparece la gran mayoría de las actas con la antigua ortografía, Havana. En 1817, también en la mayoría de los cabildos aparece la v.

Únicamente en 1818, en todos los cabildos se encuentra escrito Habana, invariablemente, y lo mismo en 1819. Pero en 1818 hay una Cédula Real firmada por Fernando VII que dice Havana, y en 1819, el escribano de los Regidores Florentino Armenteros, Cavallero, Carlos Pedroso, Conde de San Esteban, José María Xenes, Ponce de León, etc., escribe Havana.

La antigua, ortografía es tan persistente, que todavía en 1820 los Síndicos del Ayuntamiento, Genaro Montoto y Mariano Hernández; y el Intendente Presidente de la Junta Superior de Hacienda, Alejandro Ramírez, escriben Havana; y por excepción, en el acta del primer Cabildo Constitucional, celebrado en 30 de junio de 1820, también dice Havana.

Habana de una vez y para siempre

Desde 1821 en adelante es cuando ya no aparece la palabra Havana, sino siempre Habana.

Planos Habana 1837 web
Por último en este mapa de 1837 el uso del vocablo Habana ya es definitivo como apunta Emilio Roig

En cuanto a las publicaciones, el más antiguo de los folletos cubanos hasta ahora descubierto —la Tarifa General de precios de medir ciñas, impreso en La Habana, en 1723, en la imprenta de Carlos Habré—, ofrece, tanto en su portada como en el texto, la palabra Havana.

Nuestro primer periódico, dedicado a noticias y disposiciones del Gobierno, que inició su publicación el 8 de noviembre de 1782 —la Gaseta de La Havana—, y del que se conserva en la Biblioteca Nacional de esta Ciudad un único ejemplar, el número 3, del viernes 22 de noviembre de 1782, contiene, igualmente, la palabra Havana escrita con v, y así figura en el primer periódico literario de Cuba —el Papel Periódico de La Havana, cuyo primer número vio la luz el domingo 24 de octubre de 1790.

Al variársele el título, por segunda vez, en 1809, ya se escribió Aviso de la Habana. También escribieron el nombre de nuestra capital con v, El Regañón de la Havana, aparecido el 30 de septiembre de 1800, y su sucesor El Substituto del Regañón de la Havana (3 de marzo de 1801), así como El Regañón de la Havana, que reapareció en 3 de noviembre del mismo año y desapareció el 13 de abril de 1802.

En cambio, cuando don Antonio Carlos Perrer, hijo de Buenaventura Pascual Perrer, fundador del primitivo Regañón, renovó el 2 de noviembre de 1830 la publicación de ese periódico, ya escribió El Nuevo Regañón de la Habana.

Havana escriben, por último, los redactores de las Memorias de la Sociedad Patriótica de la Havana, cuando comenzaron a publicarlas en 1793; pero en la segunda serie de esta importantísima revista, correspondiente al año de 1818, encontramos escrito, tanto en el título —Memorias de la Real Sociedad Económica de la Habana— como en el texto, la palabra Habana con b.