Reseña tomada del libro: «Los ingenios: Colección de vistas de los principales ingenios de la Isla de Cuba» de Justo .G. Cantero. Publicado en 1857

A mediados de 1853 se formó una compañía anónima, con un capital de 450 000 pesos, dividido en 450 acciones, cuyo objeto fué edificar Almacenes de depósito en toda la área adyacente á la parte interior de la muralla de la plaza, desde la puerta del Arsenal hasta el baluarte de la Tenaza, y en la dársena terraplenada que se extiende desde dicho baluarte al de San José, construyendo tambien el ramal de camino de hierro que ha de comunicar dichos Almacenes con el paradero de Villanueva.

Teniendo por base de sus operaciones el mismo plan que el seguido por los Almacenes de Regla, excusado es entrar en pormenores ya referidos.

Dichos Almacenes se componen de dos cuerpos distintos; los Almacenes altos y los bajos. Los altos de mampostería y azotea sostenidos por pilares en el interior, miden 414 varas de largo y 16 y tercia de ancho, con 7 varas de altura. La superficie es de 6,760 varas cuadradas, y sigue el camino de hierro en toda su longitud. Los bajos tienen frente al mar 173 varas y 60 de fondo, con 7 varas de puntal. La superficie del piso es de 10,380 varas cuadradas. Del almacen bajo solo la tercera parte está cubierta.

Almacenes de San José
Vista actual de los Almacenes de San José

Reina en todo el frente un muelle corrido de 13 varas de ancho, con tres pescantes, y en el centro de dicho muelle habrá un gran pescante especial para desembarcar las piezas de maquinaria de tamaño mayor y peso. A principios del presente año de 1855 empezó la compañía sus operaciones.

Almacenes de San José hoy

Tras muchos años de abandono, la Oficina del Historiador de la Ciudad transformó los antiguos Almacenes de Depósito San José en un gran Centro Cultural. 

En él se puede disfrutar de ofertas gastronómicas y cuenta con un hermoso paseo con bancos en su frente marítimo desde el que se puede observar buena parte de la rada habanera. 

Sin embargo, su gran atractivo es, sin dudas, el gran mercado artesanal que allí tiene su sede, en el que se reúnen los mejores creadores de la ciudad para ofrecer la más amplia gama de productos.