El antiguo palacete del Dr. Cosme de la Torriente, ubicado en Malecón, No. 501 (No. 90 antiguo) esquina Perseverancia, Centro Habana, fue un proyecto de 1915-1916 de la prestigiosa firma constructora, proyectista y urbanizadora «Morales y Mata», para residencia familiar del abogado y Coronel del Ejército Libertador cubano Cosme de la Torriente Pedraza.
Destacado patriota de la guerra de independencia de 1895, Cosme de la Torriente fue representante a la Asamblea Constituyente de la Yaya y participó en el sitio a Santiago de Cuba en 1898. Terminó la guerra como ayudante y secretario personal del Lugarteniente General Calixto García Iñiguez.
Cosme de la Torriente al servicio de la República
Tras la guerra, en diciembre de 1898 acompañó a su jefe Calixto García durante su viaje a Washington para gestionar el reconocimiento ante el gobierno de Estados Undios, de la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana; misión donde la muerte sorprende al bravo mayor general mambí.
Cosme de la Torriente fue Secretario del Gobierno Civil de La Habana, durante la Primera Intervención, e interinamente hasta agosto de 1899 gobernador provincial.
Hacia 1903, ya en la República, comienza su exitosa carrera diplomática, como secretario de la legación de España, sería luego promovido a embajador a inicios de 1906 (cuando renuncia en desacuerdo con Estrada Palma).
Entre mayo de 1913 y enero de 1914 se desempeña como Secretario de Estado durante el primer gobierno de Menocal. Fue senador entre 1916 y 1923, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y vicepresidente de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional.
En diciembre de 1923, Cosme de la Torriente fue designado el primer embajador cubano en Estados Unidos, con rango de «extraordinario y plenipotenciario» durante el gobierno de Zayas.
Fue nuevamente Secretario de Estado en el breve gobierno de Carlos Manuel de Céspedes tras la caída de Machado y luego durante el gobierno de Mendieta.
A lo largo de su vida, Cosme de la Torriente gozó de un enorme prestigio como jurista y honesto mediador en contiendas políticas en aras de la constitucionalidad del país.
Falleció el 7 diciembre de 1956 en su palacete de Malecón y Perseverancia, donde vivió por 40 años.
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