Hablemos de las construcciones judías en La Habana. En las anteriores entregas hemos señalado someramente la influencia judía sefardí en la expedición de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo y posteriormente una breve historia de la sociedad hebrea (sin hacer distinción entre sefardíes o askenazíes) en el siglo XX, tomando como referencia el 5 de agosto de 1906 cuando 11 judíos, en su mayoría de origen norteamericano, deciden fundar el Centro Macabeo (United Hebrew CongregationUHC).

  • En 1914 los sefardíes inauguran la primera Sinagoga, así como la Congregación «Unión Israelita Chevet Ahim«. A raíz de este hecho comenzaron a fundarse asociaciones comunales y religiosas en distintas ciudades del interior del país, se calcula que para esta fecha habían poco menos de 2000 judíos.
  • Es en 1925 que el rabino Tzvi Kaplan inaugura la primera sinagoga ortodoxa asquenazí: Adath Israel.

Construcciones judías en La Habana

Con estos antecedentes no es de sorprender que el crecimiento paulatino de la comunidad obligase a una ampliación. Se coloca entonces la primera piedra de lo que sería La Casa de la Comunidad Hebrea de Cuba.

Entre las múltiples construcciones mencionaremos solo las más importantes y que aún se conservan. Antes de 1959 la comunidad contaban con 5 sinagogas y al cementerio Judío de Guanabacoa le siguió otro más pequeño en la zona del Vedado.


Cementerio Judío de Guanabacoa

El origen del Cementerio de La Habana es bastante curioso en el sentido que lo explica Maritza Corrales Capestany en un artículo titulado «Dos Momentos en una misma historia 1492-1906».

Nos pone en contexto la investigadora de la siguiente forma:

Tradicionalmente la vida judía comienza por el establecimiento de la Sinagoga o del Cementerio y, aunque aparentemente en Cuba no existió precedencia y los historiadores suelen afirmar que ambos objetivos estuvieron presentes en la constitución de la
UHC, yo me atrevería a validar como criterio fundacional la frase de David Blis cuando, gráfica y poéticamente, expresara que «la vida judía en Cuba comenzó con la muerte»

La entrada muestra un arco simple pero elegante con simbología hebrea y letras en yiddish. La sobriedad se esparce por el resto del recinto, salvo la tumba de la familia Steinberg, una de las fundadoras del Centro Macabeo.

El resto son tumbas en las que resalta la ausencia de flores, en cambio, el rito judío acompaña con piedras traídas en cada visita que se colocan con cuidado sobre la tumba.

Construcciones judías en La Habana-Cementerio Judío de Guanabacoa

Al entrar, en la esquina derecha hay un habitáculo dónde se preparan los cuerpos, según el rito judío, para ser enterrados. En general la superficie del lugar es austera y el relieve irregular.

Un muro alto y blanco mantiene la privacidad de la zona, aún en proceso de restauración por parte de la Oficia del Historiador de la Ciudad.

El monumento en memoria de las víctimas de la Shoá, término hebreo que refiere al Holocausto, resalta por su inscripción, a continuación la reproducimos literalmente:

HONRANDO SU MEMORIA EN ESTE LUGAR ESTÁN ENTERRADAS VARIAS PASTILLAS DE JABÓN HECHAS DE GRASAS HUMANAS HEBREAS. PARTE DE LOS SEIS MILLONES DE VÍCTIMAS DE LA BARBARIE NAZI OCURRIDO EN EL SIGLO VEINTE. PAZ A SUS RESTOS

Pinche aquí para ver la entrada en el grupo de Facebook de FOTOS DE LA HABANA más fotos del Cementerio Judío.


Patronato de la Casa de la Comunidad Hebrea

Seguimos el recorrido con el que sin dudas es el monumento mejor conservado actualmente, el complejo del Patronato de la Casa de la Comunidad Hebrea de Cuba. Fue inaugurado el complejo en 1955, de excepcional diseño, el encargado fue Aquiles Capablanca.

Sinagoga Beth Shalom 1980
Sinagoga Beth Shalom 1980

Comprende en su interior una Sinagoga, bibliotecas, aulas, restaurante y salones para actividades culturales. Integrada en gran medida por los antiguos socios del Centro Israelita.

Interior de la Sinagoga Beth Shalom


Sinagoga Shevit Ajim

La antigua Sinagoga Chevet Achim (o Shevit Ajim) está ubicada en Inquisidor (Mercaderes) entre Luz y Santa Clara, Habana Vieja. No oficia ya actividades religiosas, pero está en proceso de intervención por parte de la Oficina del Historiador de la Ciudad.