El antiguo cine Ambassador se encuentra ubicado en un lote medianero de la calle 44 entre 33 y 35 en el municipio Playa.

Inaugurado en 1955, el cine Ambassador fue, junto al cine Alameda de la Víbora, uno de los últimas salas cinematográficas construidas antes del triunfo de la Revolución Cubana de 1959, y una de las últimas en abrir sus puertas en La Habana, tomando en consideración que, después de ese año 1959, dejaron de construirse cines en la capital cubana.


Cine Ambassador 1955

El antiguo cine Ambassador en todo su esplendor poco antes de ser inaugurado


Cine Ambassador

De estilo moderno, al igual que el Alameda, el Ambassador fue proyectado por la famosa firma cubana de arquitectos Arroyo y Menéndez, a quienes se deben obras emblemáticas como el coliseo de la Ciudad Deportiva, el Habana Hilton o el Teatro Nacional.

Al igual que el Astral de la calle Infanta, construido en 1947, el cine Ambassador era propiedad del empresario Mauricio de Almagro Ariosa, quien poseía, además, el cine Arenal de la calle 41 que, junto al Ambassador, eran las dos salas de proyección más modernas del municipio Marianao.

Arroyo y Menéndez diseñaron el Ambassador según los códigos modernos. Así, las líneas de su fachada, en las que imperan los metales y la cristalería, son elegantes y fluidas.

Sobre la marquesina, que parece emerger de la concavidad de su frontis, se encontraba con letras mayúsculas el nombre del cine AMBASSADOR que era bañado por los juegos de luces.

En el interior, como sucede en los cines de lujo construidos en la década de 1950 en la capital cubana, se sacrifica la capacidad en aras del confort del cliente: El cine Ambassador suma unas 1300 butacas en sus dos niveles, muy por debajo de otras salas cinematográficas más antiguas, pero mucho más incómodas.

Prueba del sacrificio del espacio en pro de la estética por parte de los arquitectos es el pequeño jardín situado en uno de los extremos de la fachada, cuya función es exclusivamente decorativa y que constituye toda una singularidad entre los cines habaneros.


Lobby del cine Ambassador, Playa, La Habana, Cuba

Foto tomada desde el lobby del antiguo cine Ambassador en la que se puede apreciar el pequeño jardín lateral situado en la línea de la fachada. Con una función netamente decorativa constituye toda una singularidad dentro de los cines de la ciudad.


Dotado de un potentísimo sistema de aire acondicionado, magnífica iluminación y con una acústica excelente, el cine Ambassador se convirtió pronto en el preferido de los vecinos de la zona, aún cuando el valor de sus boletos era superior al de otros cines de barrio del municipio.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 el cine Ambassador fue nacionalizado y pasó a ser propiedad del Estado cubano, que lo mantuvo en funcionamiento por varias décadas.

Sin embargo, la falta de inversión y mantenimiento, agravadas por las periódicas crisis económicas en qu ha estado sumido el país desde entonces llevaron a la que fuera una de las salas cinematográficas de La Habana a un lamentable estado.



Desde hace varios años el cine Ambassador permanece cerrado y su deterioro se ha acelerado. Buena parte de la estructura metálica de su fachada se ha perdido, y el AMBASSADOR sobre la marquesina también ha desaparecido.