La firma Arroyo y Menéndez fue propiedad de Nicolás Arroyo Márquez (1917-2008) y Gabriela Menéndez García – Beltrán (1917-2008), arquitectos cubanos, a quienes se recuerda como pioneros de la arquitectura modernista en las décadas de 1940 y 1950 en Cuba.
Arroyo y Menéndez Arquitectos
La pareja Arroyo y Menéndez participó en 1947 en el Grupo Técnico de Estudios Contemporáneos, en Inglaterra, que finalmente llevó a la incorporación de Cuba al Congreso Internacional de Arquitectura Moderna.
Fue creada la firma en 1942 tras el matrimonio de ambos.
Durante el Congreso Panamericano de Arquitectura celebrado en La Habana en 1949, la firma obtuvo la medalla de oro y diploma de honor por los trabajos presentados.
Entre sus obras mas notables se encuentran la construcción del hotel Habana Hilton, del Coliseo de la Ciudad Deportiva, del Teatro Nacional, y los hospitales y dispensarios de la ONRI (hoy Julito Díaz) y de la ONDI (hoy William Soler).
También resaltan el completamiento de la primera iglesia modernista de San Pablo, el primer edificio dúplex de la firma (calle Espada esquina a Infanta), el edificio de apartamentos de Calzada y calle 16 (Vedado), y el cine Ambassador.
Además, aunque nunca se construyó, en 1956 hicieron el proyecto del Palacio Presidencial “Las Palmas” para el Plan Piloto de La Habana del Este.
Después de 1959, la pareja se fue a Washington, D.C., donde continuaron ejerciendo como arquitectos para proyectos residenciales y comerciales; permaneciendo juntos hasta que murieron con solo tres días de diferencia: Gabriela el 10 de julio de 2008 y Nicolás el 13 de julio de 2008.
El Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana, de los arquitectos Arroyo y Menéndez, es una de las obras más trascendentes de la ingeniería civil cubana en todos los tiempos. Su colosal domo de 95 metros está cubierto de tejas translúcidas que permiten el paso de la luz solar que cae sobre su tabloncillo multipropósito.
Nicolás Arroyo Márquez
El arquitecto Nicolás Arroyo Márquez, quien compartiera estudio con su esposa Graciela Menéndez y, durante un tiempo también con Emilio del Junco, fue ministro de Obras Públicas durante el segundo gobierno de Fulgencio Batista, del que recibió importantes contratas.
Profesionalmente, tanto él como su esposa, fueron muy cercanos al grupo de Sert, Gropius y Neutra, abanderados del Racionalismo dentro de la Arquitectura.
Entre 1945 y 1958, además de las obras antes mencionadas, Arroyo y Menéndez proyectó el edificio de viviendas y oficinas situado en la calle 84, No. 503 entre 5ta y 5ta A, en Miramar. En este inmueble, la pareja ideó una elegante solución en que la fachada se definía a través de un brise soleil que ocultaba a la vista el bloque de oficinas, a la vez que los apartamentos eran articulados alrededor de un patio con jardines.
Nicolás Arroyo Márquez fue un colaborador habitual de la revista Arquitectura desde su graduación hasta que abandonó el país tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959. En esta publicación se pueden consultar sus interesantes trabajos sobre varias de las obras acometidas por Arroyo y Menéndez que ayudaron a establecer en Cuba las pautas del Racionalismo y el Movimiento Moderno.
Efectivamente, ambos arquitectos dejaron una profunda huella en la Arquitectura Habanera, sin embargo, si no hubieran contado con el favor del dictador Fulgencio Batista, no hubieran ido más allá de ser otro par de buenos profesionales del ramo, como hubo muchos que no pudieron trascender o que tuvieron que emigrar.