El cine Alaska era un pequeño cine de barrio, situado en la calle 20 entre 69 y 71 en el poblado del Cotorro. Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 pasaría a llamarse cine Hatuey.
Inaugurado en 1942, el cine Alaska fue el segundo cine del pueblo del Cotorro, después del Hatuey, que había abierto sus puertas a mediados de la década anterior. Ambas salas eran propiedad del empresario Guido Mendoza, quien llegaría a poseer un tercer cine en la localidad, el Salón Rosa.
Con capacidad para 500 espectadores, el cine Alaska superaba en confort y belleza al cine Hatuey, que poco a poco fue perdiendo fuelle hasta que, finalmente, cerró a comienzos de la década del 60 al no poder compartir con el Alaska y el Salón Rosa.
Construido en una parcela medianera, en la fachada del Alaska ya se puede apreciar la sobriedad y funcionalidad del naciente movimiento moderno, aunque con reminiscencias del art déco, sobre todo en el mural del frontis.
Resaltaba, además, la gran pared del lobby, cubierta de una imitación de piedra de jade que le otorgaba un aspecto de peculiar elegancia.
Sin embargo, y a pesar de su belleza y confort, el cine Alaska fue un cine con mala suerte:
Apenas dos años después de su inauguración, el poderoso ciclón de 1944 provocó severos daños en su estructura y lo dejó sin cubierta.
Su dueño lo reconstruiría entonces y el Alaska reabrió sus puertas tres años después con el glamour de siempre.
Del cine Alaska a la galería de arte Fernando Boada
Tras eel triunfo de la Revolución Cubana de 1959, Guido Mendoza abandonó el país y el cine Alaska fue nacionalizado por el nuevo gobierno de la Isla.
En la década de 1960 tras el cierre del cine Hatuey del reparto Lotería, el cine Alaska (cuyo nombre parecía demasiado yanki para los tiempos que corrían) adoptó el nombre de Hatuey. De ahí que algunos confundan los dos cines con frecuencia, aunque se trata de dos salas completamente distintas.
El cine Alaska, ahora cine Hatuey se mantuvo ofreciendo funciones hasta los primeros años de la década de 1970, pero en 1974 – probablemente a consecuencia de los daños producidos en su estructura por el ciclón del 44 – parte de su estructura se derrumbó aparatosamente.
Lo poco que quedó del antiguo cine Alaska se convirtió con el paso del tiempo en la galería de arte Fernando Boada.
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