Uno de los fotógrafos más grandes de Cuba es, sin dudas, Alberto Korda, a quien la fama, como reconocimiento a su calidad, le llegó casi por casualidad en un solo cuadro algunos años después.
Alberto Díaz Gutiérrez, a quien casi nadie conoce en el mundo, nació en La Habana -en el Cerro- el 14 de septiembre de 1928, y se haría famoso en la fotografía bajo el seudónimo de Korda.
En sus inicios estudio comercio en la Havana Business Academy, graduándose en 1950, pero poco le dedicaría al ramo -mas allá de un tiempo de vendedor de artículos diversos-, a no ser poniendo su talento fotográfico al servicio de la moda. Porque Alberto Korda, fue un pionero en hacer de la fotografía para revistas un arte de excelencia.
En 1956 creó los Estudios Korda, que estuvieron radicados durante un corto tiempo en La Metropolitana, un edificio de La Habana Vieja, el cual pronto abandonaron para establecer su sede definitiva frente al Hotel Nacional.
Los Estudios Korda se convirtieron pronto en uno de los más prestigiosos de La Habana, gracias no solo al trabajo de Alberto Korda, sino también al de sus compañeros Luis Peirce Byers (Luis Korda) y Newton Estapé.
Korda el paso a cronista de (y de la) Revolución
El triunfo de enero del 59 movió a Korda hacia el periódico Revolución, labor que además simultánea con la de fotógrafo oficial del Comandante en Jefe Fidel Castro, gracias a esas funciones Alberto Korda va a convertirse en uno de los cronistas visuales del proceso, y de paso, un día de 1960 realizaría la foto más reproducida de la historia de la fotografía mundial.
La foto que le hizo mundialmente conocido fue tomada casi por casualidad, por puro instinto de profesional, pues el Che estuvo muy pocos segundos en esa posición. Alberto Korda apretó el obturador dos veces, y de esos dos cuadros uno sería el perfecto, pero en ese momento no interesó, por lo que la imagen fotográfica más reproducida del siglo XX tendría que esperar el desenlace fatal de Guevara, solo entonces se volvió un fenómeno.
Alberto Korda no recibió un medio por esa foto, durante casi treinta años fue usada por medio mundo, hasta los 90s en que una marca inglesa de vodka la empleó para su marca. Era demasiado para su creador, quien los demandó y ganó. El dinero que obtuvo de la demanda lo donó a un Hospital infantil.
Pero Korda es más que esa foto, es uno de los precursores de la fotografía submarina en Cuba, desde el Departamento de Fotografía de Investigaciones Submarinas de la Academia de Ciencias de Cuba, donde desarrolla el atlas de corales cubanos.
Los honores
En su larga vida profesional Alberto Korda recibió premios, distinciones, y honores en muchos países del orbe, además de desarrollar decenas de exposiciones en numerosos países, además de ser un autor prolífico.
Entre sus muestras más importantes podemos mencionar:
– 1962, Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, Cuba.
– 1967, «Expo’67», Pabellón Cubano, Montreal, Canadá.
– 1978, Museo de Arte Moderno, México, D.F.
– 1980, Consejo Mexicano de Fotografía, México, D.F., y Centro de Arte Internacional, La Habana, Cuba.
– 1983, Westbeth Gallery, Nueva York, EE. UU.
– 1984, Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, Cuba.
– 1986, Photographic Resource Center, Boston University, Boston, Massachusetts, EE. UU.
– 1992, Neue Gesellschaft für Bildende Kunst, Berlín, Alemania.
– 1999, Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, La Habana, Cuba.
– 2002, Museum of Art, Fort Lauderdale, Florida, EE. UU.
Precisamente mientras desarrollaba una de esas tantas exposiciones para las que era convocado en el mundo, un infarto lo sorprendió en París, un 25 de mayo de 2001, a los 72 años. Se iba como vivió, envuelto en el mundo de la fotografía, uno de los artistas del lente más importantes de Cuba.
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