Pasaje Crecherie (Vedado). Sucede a menudo que la magia subyugante de La Habana inspire a numerosos escritores y poetas que le han dedicado sus mejores prosas, versos o canciones; Lezama, Carpentier, Dulce María, Guillermo Cabrera Infante y una lista interminable hasta nuestros días. Pero, conocer de un reparto habanero cuyo nacimiento y peculiar urbanización haya estado inspirado por una obra literaria, no ha sido algo común.

Entre 1902 y 1903 se da a conocer entre los obreros que seguían las lecturas en las tabaquerías habaneras; la novela “Trabajo” (Travail) del escritor francés Emile Zola, su última obra publicada en vida, en 1901, y que forma parte de su tretalogía: Los Cuatro Evangelios, que quedó inconclusa tras su muerte en septiembre de 1902.

A partir del orden liberador que para los obreros y desposeídos preconizaba la novela, con su enfoque naturalista del término “crecherie”, cuyo concepto simboliza el nacimiento y protección: Belén y Pesebre; así como la coincidencia con la naciente República cubana “para el bien de todos”, que debía contribuir al mejoramiento de su pueblo más humilde, se constituye en La Habana en 1903, la Sociedad Obrera La Crecherie.

Compuesta por un núcleo inicial de 100 miembros, estos se enfocaron en el mejoramiento de las condiciones de vida de los obreros (hombres y mujeres) del sector tabaquero, que en condiciones precarias y antihigiénicas sobrevivían junto a su familia en los numerosos solares y cuarterías habaneras heredados de la colonia.

Pasaje y reparto La Crecherie

La Sociedad La Crecherie fue creciendo y creando desde entonces, un fondo de construcción a partir de una cuota de 8 dólares mensuales por cada uno de sus miembros benefactores que, tras varias propuestas urbanísticas rechazadas, finalmente fue apoyado durante el mandato del Alcalde de La Habana, Don Julio de Cárdenas Rodríguez.

Para entonces el fondo disponible ascendía a más de 26,500 dólares, y es aprobado el plan de viviendas a ejecutarse para erigir el llamado Reparto Crecherie, en los terrenos de la manzana irregular entre las calles 8 y 10 y de 21 a 23, (ellas incluidas), en el Vedado.


Niños frente a una de las primeras viviendas construidas en el Pasaje Crecherie en el Vedado (1908 – 1909)

Este contó con un acuerdo del Ayuntamiento de La Habana de enero de 1908, en el que se le exoneró del cumplimiento de los preceptos limitativos e impositivos que regían sobre las construcciones en los solares del Vedado; exentas, además, de cumplir lo reglamentado en el acuerdo de julio de 1903 sobre la prohibición de construir más de dos casas por solar, y la observancia de la línea portal-jardín de 9 metros.

En enero de 1909 fueron inauguradas por el propio alcalde Julio de Cárdenas, las primeras 25 viviendas, humildes pero confortables y dotadas de mejores condiciones higiénicas en el ambiente de salubridad y espacio que ofrecía el gran Vedado que se urbanizaba, incluso rodeadas de jardines que hacían más agradable el entorno en una callejuela inédita que se trazó entre las calles 21 y 23, la primera urbanizada con esas características en el Vedado.

Ya no perduran, lógicamente, ninguna de aquellas y otras tipologías parecidas, que llegaron a sumar unas 110 casas en las manzanas 4 y 7 que abarcaba.



Fueron luego reconstruidas o sustituidas al pasar de los años, pero queda el innumerado Pasaje Crecherie entre 21 y 23, como reminiscencia, de una Sociedad Obrera cuya noble causa inspiró luego la erección de otros repartos habaneros para obreros y sus familias, algunos de ellos con mayores o menores desaciertos urbanísticos.