Lourdes Gourriel es un pelotero afortunado; varias veces se le puso la gloria a la mano y nunca le tembló el bate para alcanzarla. Por eso el inolvidable Bobby Salamanca lo bautizaría como «El Hombre de los Grandes Momentos«.
Varias reseñas biográficas ubican el nacimiento de Lourdes Gourriel el 9 de marzo de 1957 en Yaguajay, Las Villas, pero en verdad nació en la pequeña comunidad de Meneses a ocho kilómetros de ese pueblo y cabecera municipal.
Debutó en la Serie XVI (1976 – 1977) con la novena de Azucareros. Esa temporada fue seleccionado como Novato del año y en la siguiente líder en tubeyes empatado con Armando Capiró. Ya se le iban viendo las pintas de grande al muchachón de 6 pies de altura y 200 libras de músculo puro.
Lourdes Gourriel, la leyenda
Dos años después de su estreno en Series Nacionales, Lourdes Gourriel llegó al equipo Cuba; un mérito más que loable porque era una época en que el de las cuatro letras se seleccionaba más por nombres que por rendimiento y mover a un establecido de la selección nacional se hacía muy difícil.
Pero Lourdes Gourriel lo hizo, bateando 294 en la Copa Intercontinental de ese año. Nunca más dejaría el Cuba hasta su retiro a mediados de la década de 1990.
Su paso por el Cuba se convirtió en leyenda y aún después de 25 años de su retiro los aficionados cubanos lo consideran como el pelotero más oportuno que ha subido al diamante a defender los colores de la Isla.
Los cubanos recuerdan, en particular el jonrón que dio en Parma, Italia, contra Estados Unidos durante la final de la Copa Mundial; por lo que sería llamado el «Héroe de Parma«, pero no fue sólo ese momento de gloria el que vivió Lourdes.
Se habla de un pelotero que ganó todos los títulos de la IBAF, incluyendo el de Campeón Olímpico y Campeón Mundial (este último lo ganaría seis veces).
Lourdes Gourriel, el entrenador
Tras su retiro del deporte activo, Lourdes Gourriel se convirtió en entrenador deportivo. Desde esa posición veló por la formación como peloteros de sus tres hijos, Yunieski, Yuliesky y Lourdes Jr (los tres jugarían en Series Nacionales y los dos últimos también en Grandes Ligas).
A Lourdes Gourriel le tocó en suerte dirigir, durante casi una década, a la mejor generación de peloteros espirituano que se recuerde. Además de sus hijos, formaban parte de esa nómina Eriel Sánchez, Frederich Cepeda, Yovani Aragón y otras estrellas que se encontraban en el mejor momento de su carrera.
Desafortunadamente, el Hombre de los Grandes Momentos no los tuvo muchos como manáger. No consiguió ganar ese ansiado segundo título en Series Nacionales para su provincia y la generación de oro de Sancti Spíritus se fue, al final, con más penas que glorias.
Quizás porque nadie es profeta en su tierra, le fue mejor en suelo ajeno: En 2008, Lourdes Gourriel se convirtió en manáger de los Indios del Bóer de la Liga Profesional de Nicaragua y los hizo campeones a la primera… Cosas de la vida.
Su éxito fue el de todos, porque Lourdes Gourriel fue el primer manáger cubano que salió de la Isla con un contrato debajo del brazo para dirigir en el extranjero. A partir de ese momento los cubanos comenzarían, cada vez más, a abrirse paso como directores en el beisbol de las ligas del Caribe.
En la actualidad Lourdes Gourriel reside en los Estados Unidos, donde dos de sus hijos militan en equipos de Grandes Ligas. Como padre se siente orgulloso y feliz de que hayan alcanzado sus sueños y triunfado al más alto nivel del beisbol profesional:
Me siento muy contento, muy orgulloso de que ellos pudieran estar en Grandes Ligas, pudieran probar lo que yo no pude probar, que me hubiera gustado haberlo probado igual que ellos»[1].
Lourdes Gourriel vs Orlando «Duke» Hernández
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