Pocos cubanos han alcanzado la celebridad y han llegado a ser tan queridos y respetados en tan poco tiempo como el Dr. Durán; quien, durante el período en que se prolongó la emergencia epidemiológica por Covid 19 en la Isla (2020 – 2022) fue el encargado de informar a través de los medios de comunicación la evolución de la crisis sanitaria en el país.

Alberto Francisco Durán García nació en la ciudad de Santiago de Cuba, antigua provincia de Oriente el 4 de junio de 1951.

Su padre era estomatólogo y su madre psiquiatra, por lo que desde su infancia – transcurrida en las cercanías de la legendaria calle Pico – el futuro Dr. Durán recibió las influencias del noble mundo de la Medicina.

Tras concluir la enseñanza media, Alberto Francisco matriculó primero en el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón y luego en la Facultad de Medicina del Hospital Calixto García de La Habana.

Finalmente se graduaría como médico en 1975 tras pasar el último año de la carrera como interno del mismo Hospital Calixto García en la especialidad de Psiquiatría.

Dr. Durán de la Medicina a la Epidemiología

El joven Alberto Francisco, convertido ya en el Dr. Durán comenzó su carrera profesional en 1976 como médico del Hospital Militar de Camagüey en el que permaneció tres años, para luego trasladarse por poco tiempo al Hospital Provincial Saturnino Lora de su ciudad natal.

Un joven Dr. Durán en Santiago de Cuba
Un joven Dr. Durán cuando, a comienzos de la década de 1980, dirigía la campaña por la erradicación del sedes aegypti en la ciudad de Santiago de Cuba

Allí en Santiago de Cuba tendría el joven médico su primer contacto con el mundo de la Epidemiología, cuando por más de una década trabajó en el «Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología».

En 1991 se le encomendó la tarea de dirigir el Sanatorio de Pacientes de Sida de Santiago de Cuba, un trabajo no exento de complejidades, pues era la época en que existían muchos miedos y prejuicios alrededor de los pacientes enfermos de VIH.

«La gente tenía mucho miedo de la enfermedad. No pocas veces tuve que explicarles a médicos y enfermeros de un policlínico o del cuerpo de guardia de un hospital porque temían atender a una persona confirmada con el VIH, y a la tripulación de un avión que no se alistaba a salir porque uno de sus pasajeros portaba el virus. Fue duro, pero con paciencia y dedicación se logran los mejores resultados.»

Concluido su trabajo frente al sanatorio tres años después, fue nombrado Rector del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, responsabilidad en la que permaneció hasta ser designado como Director Provincial de Salud en 1996.

El Dr. Durán fue electo Director Nacional de Epidemiología del MINSAP en el marcó del VII Congreso de esa especialidad en 2018.

Dos años después, el galeno, quien era una figura sólo conocida dentro de los marcos académicos, se convirtió en toda una celebridad en Cuba al ser el encargado, día tras día, durante más de un año, de transmitir por la televisión el parte del MINSAP sobre el desarrollo de la epidemia de Covid 19 en la Isla.

Dr. Durán en una conferencia de prensa
El Dr. Durán durante una de las primeras conferencias de prensa que se ofrecieron en Cuba sobre la Covid 19

No pudo haber una elección mejor para tan delicado cometido. Toda la experiencia acumulada sirvieron al Dr. Durán para cumplir con una de las misiones más complejas a las que ha tenido que enfrentarse en su larga carrera como médico e epidemiólogo: informar a un pueblo alarmado sobre el devenir diario de una terrible pandemia.

Sin embargo, la serenidad, seguridad y confianza que tras las cámaras transmitía el Dr. Durán, junto a su marcada sensibilidad humana, lo convirtieron rápidamente en uno de los cubanos más queridos por sus compatriotas y uno de los que más reconocimiento social ha merecido por parte de su pueblo en menos tiempo.

A sus constantes exhortaciones se debe, en buena medida, que los cubanos respetaseb normas sanitarias y adoptaran compartimentos que fueron decisivos en el control de la enfermedad cuando todavía no se habían desarrollado las vacunas capaces de controlarla.

La presencia diaria del Dr. Durán en la televisión lo convirtió en uno de los cubanos más queridos y respetados por el resto de sus compatriotas.