Entre los grandes defensores del patrimonio arquitectónico colonial durante la República se encuentra Joaquín Weiss, prestigioso arquitecto y profesor de la Universidad de La Habana, quien desarrollara una enorme labor desde su cátedra de Historia de la Arquitectura.

Joaquín Emilio Weiss Sánchez nació en La Habana el 24 de agosto de 1894. Estudio arquitectura en la Universidad de Cornell, en Nueva York, en la que se graduó en 1916.

Tras dos años en los que trabajó con Walker & Gillete, regresó a Cuba y revalidó su título en la Universidad de La Habana. Entonces, junto a Carlos Maruri estableció el estudio Maruri y Weiss, con el que trabajó hasta que decidió continuar su práctica profesional en solitario.

Joaquín Weiss durante una serie de conferencias en el año 1931.

Entre sus proyectos más importantes se cuentan la Biblioteca de la Universidad de La Habana, la Iglesia de San Juan de Letrán en el Vedado y la residencia de Doña María Biosca, Viuda de Tamargo en Línea y Paseo.

Joaquín Weiss y la defensa del patrimonio

En 1930 obtuvo la cátedra de Historia de la Arquitectura en la Universidad de La Habana, en la que desarrolló una encomiable labor por más de 30 años como formador de las nuevas hornadas de arquitectos cubanos.

Sin abandonar la práctica profesional y desde su cátedra universitaria, Joaquín Weiss escribió el primer libro de texto cubano de Historia de la Arquitectura y colaboró con regularidad con las publicaciones especializadas del gremio. Presidio el Colegio de Arquitectos y formó parte, además de la Academia de Artes y Letras, la Junta Nacional de Arqueología y Etnología y la Comisión Nacional de Monumentos.

Joaquín Weiss Sánchez
Joaquín Weiss Sánchez

Desde esta última institución lideró la cruzada de los sectores cívicos por la conservación del patrimonio colonial, del que fue un consagrado estudioso y defensor. A la temática colonial, precisamente dedicó Joaquín Weiss sus principales obras: «La arquitectura cubana del siglo XIX» (1960), «Portadas coloniales de La Habana» (1963) y «Techos coloniales cubanos» que se publicó póstumamente en 1978, pues el prestigioso arquitecto falleció en la capital cubana el 6 de noviembre de 1968 a los 74 años de edad.