El conocido como Instituto Psicopedagógico Crespo fue una clÃnica psicopedagógica de carácter privado que funcionó durante la Republica para la atención a niños con retraso mental, deficientes del habla o sordos, con trastornos de la personalidad y con retraso en el aprendizaje.
Abrió sus puertas el Instituto Psicopedagógico Crespo en la década de 1940 bajo la dirección del Dr. Rafael Crespo Fernández, quien contaba para la atención de los niños con un personal compuesto por doctores en PedagogÃa y maestros normalistas, pues aunque la institución se presentaba como «clÃnica», en realidad no prestaba servicios médicos sino docentes.
La colaboración con los galenos que, de forma individual, atendÃan a los niños matriculados se realizaba a través de los informes que, periódicamente, enviaba la escuela a los médicos sobre el comportamiento y progresión de estos.
Instituto Psicopedagógico Crespo
Ocupaba el Instituto Psicopedagógico Crespo una bella mansión en el No. 667 de la calle 23 en el elegante barrio del Vedado, que habÃa sido construida en la década de 1920 para el acaudalado abogado y polÃtico Carlos Manuel de la Cruz Ugarte.
En el mismo se ofrecÃan consultas psicopedagógicas que incluÃan: exámenes psicológicos, exploración de las anomalÃas del habla y de la voz, investigación pedagógica para determinar la graduación escolar y estudio de los procesos de aprendizaje.
Por su parte, los tratamientos comprendÃan: psicoterapia educativa, pedagogÃa terapéutica, gimnasia psicomotriz, logopedia y foniatrÃa, terapéutica ocupacional (para lo que contaban con maestros de taller y del hogar), psicologÃa individual y educación fÃsica.
Ingresaban los alumnos en el Instituto Psicopedagógico Crespo con un examen previo con el cual se comenzaba su «expediente individual», que luego engrosarÃa, en la misma medida en que al educando se le realizarán más pruebas. En dependencia de los resultados de estas, se decidÃa si el alumno debÃa estar en un «aula especial» o en un «individual» (en ningún caso el aula sobrepasaba los diez alumnos).
Como era común en las escuelas de la época, el Instituto Psicopedagógico Crespo prestaba una especial atención a la enseñanza de los oficios (terapéutica ocupacional) con un fuerte sentido sexista. AsÃ, las hembras recibÃan clases de costura, florerÃa, cesterÃa y cocina; y los varones de carpinterÃa, albañilerÃa, mecánica y electricidad.
La escuela disponÃa de régimen interno opcional, pero sólo para los varones, y durante el verano se practicaban gimnasia y deportes en el cercano Campo de Deportes José MartÃ.
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