«Mejor andar con Edith Massola«, dice un popular jingle de la televisión cubana. No le falta razón, pues caminar junto a la actriz y presentadora es enrumbar por la senda del éxito, como lo demuestra su permanencia por más de dos décadas frente al estelar 23 y M.

Edith Margarita Massola Mederos nació el 7 de septiembre de 1967 en el habanero barrio de Los Sitios, donde transcurrió su niñez y juventud.

Su primer acercamiento al mundo del arte llegó a través de la danza, manifestación que comenzó a estudiar a la edad de 14 años. Sin embargo, el éxito no le llegaría a través del baile, sino de las cámaras, primero en el cine y casi de inmediato y de forma rotunda en la televisión.

El personaje de Olga en «Una novia para David» representó el debut de una muy jovencita Edith Massola en el cine y el comienzo de una larga y exitosa carrera como actriz, que si bien ha tenido un lustre mayor en la televisión, también ha caminado con pasos firmes en la gran pantalla con películas nada desdeñables como «Nada» (2001) de Juan Carlos Cremata o «La noche de los inocentes» (2007) de Arturo Sotto.

En la televisión, como actriz, ha destacado, sobre todo en telenovelas – por ese brillo tan suyo capaz de mezclar de forma perfecta el drama con un toque de humor – algunas memorables como «Al compás del son», «Salir de noche» y, sobre todo «El año que viene«, una de mejores producciones cubanas de todos los tiempos, en la que pegaría en el imaginario de la gente aquello de…

«Dime algo, Fernández…»

Edith Massola en Una novia para David
Una muy jovencita Edith Massola en «Una novia para David»

Edith Massola, show woman tropical

Si alguien en Cuba se siente bien en su adquirido papel de «show woman» esa es Edith Massola. Sus más de 20 años como conductora de 23 y M (por más que Gardel diga que no son nada) así lo validan.

Por 23 y M, siempre en los horarios de mayor audiencia han desfilado a lo largo de esos más de 20 años, lo que más vale y brilla en la farándula cubana, quienes se han abierto y contado del pi al pa, para deleite del televidentes.

Nada de eso hubiese sido posible si la habilidad, la versatilidad y el carisma de Edith Massola, por más que sus detractores la hayan acusado siempre (más que todo por pura envidia) de «vulgar» y de «payasa».

«Payasa, vulgar… Esas son las cosas con las que arrastro, porque la gente te pone etiquetas sin conocerte. Pero no me importan, no me detengo en ellas.»

Entrevista con Edith Massola (2016)

Edith Massola es hasta el momento, la única presentadora cubana que ha podido trabajar en las dos orillas del Estrecho de la Florida, sin que la prensa de ambos lados la haya crucificado por eso: Nada menos que en el Canal 41 de Miami, sustituyendo a Carlucho en sus vacaciones y bajo la guía del que fuera su primer director en 23 y M, Julio César Leal estuvo Edith en 2015.

Al igual que sus hijas Natalia y Paula Massola, Edith es muy popular en redes sociales. En Instagram, la presentadora de 23 y M cuenta con más de 135 mil seguidores y en Facebook con unos 360 mil, una cantidad nada desdeñable para una figura pública que ha realizado casi toda su carrera en la Isla, donde el fenómeno de Internet tiene una historia bastante reciente.

Cierto que la presentadora y actriz nunca se ha propuesto ser una influencer – papel generacional que le sienta mucho mejor a sus bellas hijas – pero su carisma y proyección dentro de la farándula, así como su familia más cercana (vinculado también al mundo del espectáculo) han provocado que la «prensa rosa» cubana y no pocos danés curiosos vivan pendientes de cada paso que Edith Massola da en su vida.