El surgimiento del Club Fé es un raro caso en la historia del beisbol, pues nace de la unión de dos rivales encarnizados, de los que según se cuenta casi todos sus enfrentamientos terminaban en verdaderas batallas, no precisamente beisboleras.
Esos equipos eran el Alerta y el Progreso, dos de los clubes de béisbol más populares de La Habana en la década del 70. Pero los juegos entre ellos casi nunca terminaban, sino que derivaban a asuntos más serios. Entonces los señores Florentino Ayala y el doctor Manuel Fernández tuvieron una idea original: fusionarlos para crear una novena verdaderamente combativa. Así surgieron, en 1882, los Carmelitas del Fé, representantes de la zona de Jesús del Monte.
La idea era buena como principio, tenía lógica, pero los fundadores no contaron conque, reunidos en un mismo equipo, los ánimos exaltados buscarían otro camino para salir. Y sucedió, el debut del Club Fé marca un raro récord de la pelota cubana: la suspensión de un campeonato por desavenencias entre dos equipos, «Los Rojos del Habana» y «Los Carmelitas del Fé», aunque según todo parece indicar fueron los habanistas los culpables del asunto, pues mediante trampas legales trataron de frenar las victorias de los recién llegados.
Ese explosivo primer equipo -que solo llegó a disputar cuatro juegos, de los cuales ganaron tres-, fue bautizado en su fundación por el mismísimo cura de la iglesia de Jesús del Monte, y tenía en su alineación a: Gustavo Aróstegui, Miguel Ayala, Evaristo Cachurro, F. Díaz, J. Hongh, Adolfo Marín, Ricardo Martínez, Francisco Miguel, Francisco Salabarría, Antonio Utrera y el polifacético José María Teuma, quien además fue el primer bateador ambidestro del béisbol cubano.
El berrinche debe haber sido grande, pues no volvieron en la temporada próxima, al parecer le tomó todo un año a los dueños del Club Fé poner orden en su casa.
Con este aguerrido equipo pasa algo parecido a lo acontecido con el Club Mariano, son recordados con una imagen con la que no nacieron. Los Carmelitas nacieron con uniforme amarillo -¿alusión integrista, o simple casualidad?-, y una F en la parte derecha de la camiseta. El color que los caracterizó aparece luego de su regreso, pues cuando obtienen su primer título, en 1888, ya visten de carmelita.
Los títulos del Club Fé
El campeonato de 1888 fue el más arrollador, los Carmelitas se impusieron con un balance de 12 éxitos y solo 3 derrotas, dirigidos por Antonio Pérez Utrera, e integrado por: Francisco Hernández y José María Teuma -lamzador fundador- como pitchers. Además como jugadores de posición estaban varios de los fundadores de 1882, junto a nombres nuevos como: Domingo Álvarez, Evaristo Cachurro, Manuel Cadaval, Alejandro Castilo, Francisco Delabat, Evelio Durán, Antonio M. García, Ramón García, Ramón Hernández, Francisco Hernández, Gaspar Molina, Francisco Salabarría, Hilario Severini y
José A. Valdés.
Dos años después repitieron la dosis, en la temporada 1890-1891, dirigidos por Luis Almoina, con más apretado balance de diez éxitos y seis fracasos. Ese equipo lo integraron: Como pitchers -solo pudimos encontrar uno-, Juan M. Pastoriza, y como jugadores de posición, Evaristo Cachurro -quien estuvo en el Club Fé desde su debut-, Antonio M. García, Francisco Salabarría, Alejandro Castillo, Salvador Villegas, Ramón García, Gaspar Molina, Francisco Hernández y Eduardo Machado.
La fanaticada del Club Fé hubo de esperar, para el siguiente título hasta 1906, cuando los Carmelitas se llevaron el campeonato dirigidos por Alberto Azoy, con un balance de 15 victorias y nueve derrotas.
El último campeonato del Fé no llegó hasta 1913, donde lograron 21 éxitos y 11 fracasos, dirigidos por Agustín “Tinti” Molina, equipo en el que además jugaba el novato Adolfo Luque.
El Club Fé, actor casi habitual de la Liga de Invierno de Cuba -pues estuvo ausente en 8 campañas-, desapareció definitivamente en 1915, después de un desastrosa temporada en que solo obtuvieron cinco éxitos. Su salida provocaría la necesidad de llenar su cupo, para evitar que la liga quedará con solo tres integrantes, por lo llegaron algunos actores nuevos, de los cuales solo quedarían «Los Elefantes grises de Marianao«.
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