Aurelio Baldor nació en La Habana pero gracias a su primer libro Álgebra de Baldor se convirtió en un dolor de cabeza para los estudiantes de matemáticas. Algunos alumnos le agradecerán su método pero aquellos que no se entendían con los números seguramente no le tengan demasiado aprecio a este graduado de Derecho por la Universidad de La Habana.
Pero, ¿cómo llega un abogado a cambiar el método del álgebra en La Habana de los años 40?
Aurelio Baldor, números y letras
Aurelio Ángel Baldor de la Vega nació en La Habana un 22 de octubre de 1906 y en su viaje hasta convertirse en el azote de los estudiantes de bachillerato dejó otros aportes trascendentes como escritor, abogado, pedagogo y matemático. Entre los principales misterios de este hombre reservado se encuentra el referente a la portada del «odiado» libro Álgebra de Baldor pues muchos confundían la imagen de la portada con la del autor.
El nombre A. Baldor que aparecía ayudaba a la confusión, así muchos de los que estudiaron con este libro desconocían que el autor era un matemático autodidacta cubano y no el árabe representado en ella cuyo nombre era Al-Juarismi, uno de los máximo matemáticos de la antigüedad y al cual pretendía rendir homenaje con su libro el autor habanero.
Corriente conductista
Estudió en el Colegio de Belén y allí destacó en varios deportes, sobretodo en baloncesto, gracias a su corpulencia y altura (medía 1.95m según los reportes de la institución). Quizás por ello sorprendió entre sus conocidos que eligiera los estudios antes que los deportes, pero la sorpresa sería doble pues la carrera elegida no tendría nada que ver con los números, sino que se decidió por el Derecho.
Pese a matricular en una carrera de ciencia sus facilidades con los números y los problemas le llevó a ayudar a varios estudiantes de matemática. Desde sus años de estudiante dedicaba varias horas a encerrarse para intentar resolver problemas y ecuaciones aritméticas. Su capacidad para enseñar fue ganando adeptos con el tiempo hasta que decidió abrir su Academia y posteriormente escribir varios libros que le darían gran trascendencia en el ambiente pedagógico de la época.
Entre sus libros publicados destacan además del mencionado Álgebra, Aritmética, Geometría plana y del espacio. En ellos se refleja el carácter conductista de su método que se basaba en la creación de hábitos y la repetición constante para aprender a superar cada ejercicio o problema. En la actualidad vivimos en la denominada era del «constructivismo» en el cual se pone énfasis en pensar y analizar, sobre la repetición mecánica .
Colegio Baldor
A mediados de los años 40 fundó un Colegio en la calle 23 y 4, La Habana desde el cual comenzó a patentar su método de enseñanza. El éxito de sus libros le llevó a vender sus derechos editoriales a una imprenta mexicana que lo expandió por todo Latinoamérica. En la actualidad continúa estando presente en algunos países como República Dominicana.
A ese primer Colegio Baldor siguieron otros ubicados en la calle 13, esquina a Línea y G, y otro en 17 y G. Existieron otros colegios ubicados en otros lugares de la ciudad que extendieron su nombre y reputación, llegando según algunas fuentes a tener 3500 alumnos y 32 buses, en la ciudad de La Habana y más allá de las fronteras de la Mayor de las Antillas.
Años finales
A partir de enero de 1959 el gobierno empezó a tomar el control de todas las instituciones educativas, privadas y públicas, para unirlas bajo el Ministerio de Educación. Esto provocó que un Aurelio Baldor perdiera el control de sus colegios. Finalmente terminó saliendo del país en julio de 1960.
El primer destino fue México pero solo de forma momentánea pues el objetivo de Aurelio Baldor, su esposa Moraima y sus siete hijos estaba en Estados Unidos donde pasaron por varias ciudades, y según algunas fuentes verse en circunstancias económicas complicadas, hasta asentarse en Nueva Jersey donde consiguió la plaza de jefe de la cátedra de Matemáticas de la Steven’s Academy de Hoboken. Falleció en Miami, donde se había mudado tras retirarse, un 2 de abril de 1978 a causa de un enfisema pulmonar.
Resulta curioso que entre los libros más conocidos ( y odiados a juzgar por un grupo con casi 20 mil miembros en Facebook que se llama YO ODIO A BALDOR Y SÉ QUE TÚ TAMBIÉN) por los estudiantes latinoamericanos, junto al Quijote de Cervantes, estaba el Álgebra de Baldor.
Sin dudas consiguió dejar huella entre los estudiantes que asociaron su nombre con el doloroso y complejo mundo de los números, aunque él con sus libros hacía un interesante ejercicio de historia de la matemática presentando una breve descripción de los más excelsos matemáticos junto con sus aportes y principios aritméticos.
Pues yo amé ese TEXTO llegó a mis manos como modesto aporte de mi padre a mis estudio a medios; cuando me requirieron por no asistir a las clases de arrastre de matemáticas 7mo grado (lo había olvidado) Cuando comence a revisarlo, inmediatamente me di cuenta de que no habría encontrado mejor manera de comprender la asignatura que hasta ese momento se había presentado como un gran reto en mis estudios Han pasado años y aún lo recomiendo como el mejor para aprender esa aaignatura
Yo estudié en la Escuela Baldor de G entre 15 y 17, Vedado. Muy buena escuela.
Una joya una enciclopedia con el ensene matemáticas a mi hija
Como Profesor de Matemáticas, considero que los libros de Baldor contribuyeron y aún contribuyen a desarrollar habilidades y destrezas tan necesarias en esta asignatura. Lamentablemente , los que denigran a esta ciencia , no fueron motivados en su momento para comprender que el aprender Matemáticas , es desarrollar la capacidad de razonamiento y análisis , virtudes que hoy en día , para muchos estudiantes , brillan por su ausencia. Aurelio Baldor junto a Mario González constituyen dos de los mejores baluartes cubanos del desarrollo matemático en Cuba y America Latina.