Pocas actrices cubanas han volado tan alto como la bellísima Ana de Armas, quien ha triunfado en Cuba, España y los Estados Unidos, hasta convertirse en una de las grandes estrellas de Hollywood.

Ana Celia de Armas Caso, conocida mundialmente como «Ana de Armas» nació el 30 de abril de 1988, en Santa Cruz del Norte, un pueblo costero ubicado al este de La Habana. Desde niña se fue a vivir a la capital cubana, en la que su padre trabajaba como profesor y su madre era especialista en recursos humanos.

A los 14 años entró en la Escuela Nacional de Teatro y, dos años después, sin haber siquiera egresado de la institución, el director español Manuel Gutiérrez Aragón, la escogió para coprotagonizar su película «Una rosa de Francia» (2006), en la que Ana de Armas compartió plató con los consagrados Jorge Perugorría y Broselianda Hernández.

A «Una rosa de Francia» seguirían «Madrigal» (2007) del lauredo Fernando Pérez y el «El edén perdido» que ese mismo año dirigiera Manuel Estudillo.

Consolidada ya en el cine cubano a pesar de su cortísima edad, Ana de Armas decidió entonces probar suerte fuera de Cuba y se marchó a España a realizar casting.

Ana de Armas de El Internado a Hollywood

Su belleza y talento no pasarían desapercibidos para los productores españoles y a poco de llegar a Madrid, la adolescente cubana obtenía un papel en la serie «El internado» de Antena 3, que se extendería por siete temporadas y llegaría a ser una de las de mayor audiencia en España.

«El internado» convirtió a Ana de Armas en una estrella en España y a poco de finalizar su participación en esa serie juvenil, interpretó a la esclava Nerea en «Hispania, la leyenda», una superproducción de Antena 3, que recrea la resistencia de los nativos de la península ibérica contra el Imperio Romano.

Sin embargo, la gran pasión de Ana de Armas no había dejado nunca de ser el cine, al que había puesto en pausa temporalmente para poder abrirse camino fuera de su tierra natal.

Por eso regresaría a él intensamente y en una década trabajaría en una decena de películas, entre las que destacan, por el éxito que alcanzaron, dos filmes de terror del director español «El callejón» (2011) y «Anabel» (2015). Curiosamente, estos dos filmes, que tradicionalmente hubiesen sido considerados de serie B, y que su talentoso director convirtió en joyas contemporáneas del género, le brindaron a la actriz cubana una gran proyección internacional.

Tras tomarse un descanso en La Habana junto a su familia, Ana de Armas se impuso un nuevo reto, el más difícil de todos: triunfar en Hollywood, la meca del cine.

Se estableció en Los Ángeles, perfeccionó el idioma y comenzó – como en sus difíciles inicios en España – a presentarse en castings. Detrás dejaba para siempre los papeles de linda tonta con que la habían encasillado y que ya sentía que le asfixiaban.

Una vez más, la suerte le sonrió a Ana de Armas. Donde la inmensa mayoría fracasa ella triunfó rotundamente, convirtiéndose en una de las estrellas de más cartel de Hollywood. La cubanita nacida en un pueblo de pescadores al este de La Habana se codeaba con Keanu Reaves, Harrison Ford o Ben Affleck (con el que llegó a sostener una relación sentimental) y su vida se convertía en motivo de cotilleo de las misma revistas que solía leer ella de niña.

Sin embargo, a diferencia de otras que suelen disfrutar de los escándalos y viven de chisme en chisme; la cubana ha mantenido siempre una notable reserva con respecto a su vida privada: Sostiene una actividad mínima en sus redes sociales, en las que casi todo el material que comparte (para pesar de los amarillistas) se encuentra relacionado con su trabajo.

«Tengo grandes amigos y me han sucedido cosas increíbles en Hollywood, pero el estilo de vida, la exposición y los intereses comerciales constantes no son para mí»

Entrevista a Ana de Armas en Vanity Fair USA

Si bien es cierto que a Ana le fue bien en Hollywood desde que llegó; el año 2021 resultó un punto de inflexión en su carrera, que la convirtió en una superestrella.

Ese año se convirtió en la nueva chica bond, en «007, sin tiempo para morir», la entrega 25 de la célebre saga. También grabó «Deep Water», el thriller en el que conocería a Ben Affleck y «Blonde», un explosivo filme biográfico producido por Netflix sobre Marylin Monroe que fue clasificado como + 18 por sus casi explícitas escenas sexuales y que se convirtió en uno de los estrenos más esperados de 2022.

A diferencia de otros cubanos que una vez alcanzada la fama – Ana de Armas la consideró como la peor consecuencia de su trabajo durante una entrevista- la actriz no se ha tomado jamás la Coca Cola del olvido y mantiene vínculos afectivos con su tierra natal, a donde, cada vez que viaja lleva las maletas llenas de medicinas, alimentos y regalos para los familiares y amigos que mantiene en la Isla, mantiene una casa… y también se lleva a vacacionar a Ben Affleck.

En enero de 2023 fue nominada a los Premios Oscar por su magnífica interpretación de Norma Jane en Blonde.