Entre las más populares actrices cubanas de la última década del siglo XX y los primeros años del XXI se encuentra Silvia Águila Pérez, que alcanzara la fama tras su actuación en la película «Amor vertical» que coprotagonizara junto a Jorge Perugorría.

Silvia Águila Pérez nació el 25 de marzo de 1971 en La Habana. Debutó en la televisión cubana con sólo cuatro años de edad y pasó su niñez y adolescencia trabajando en Series infantiles, juveniles y espacios de aventuras, que le permitieron ganar una amplia experiencia como actriz.

Silvia Aguila
Silvia Águila durante una de las escenas de la película «Conducta» del director Ernesto Daranas.

Silvia Águila y el cine

En 1990 comenzó a trabajar como actriz profesional en la radio y en el teatro, antes de que en 1996 se iniciara en el cine por todo lo alto junto a un consagrado Jorge Perugorría en la comedia de situaciones «Amor vertical» del director Arturo Sotto.

La esbelta figura de la joven actriz de pie frente al río con sus senos desnudos mientras recita una poesía a los pescadores que regresan del mar es una de las escenas mejor logradas de la historia del cine en Cuba y motivo más que suficiente para validar a «Amor vertical», una película que se salva sólo por la actuación de Silvia Águila y que es olvidable por todo lo demás [1].

Tras ese exitoso debut, Silvia Águila participaría en una decena de películas más, entre las que destacan «La noche de los inocentes» (2007) de Arturo Sotto, «Los dioses rotos» y «Conducta», ambas del director Ernesto Daranas (2007 y 2013) respectivamente.

Para una actriz como Silvia Águila, que lleva tantos años haciendo cine, puede parecer una filmografía exigua, pero lo cierto es que a lo largo de su carrera profesional, ha desarrollado un gran filin con los directores con los que ha trabajado, quienes la han vuelto a llamar una y otra vez cada vez que se han colocado detrás de las cámaras.

Notas y referencias

[1] Silvia Águila estuvo entre las primeras actrices en salir desnudas en la televisión cubana, pero lo de Amor Vertical hizo soñar a una generación de adolescentes cubanos, que años después la verían hacer otro topples en «Los dioses rotos» como si el tiempo no hubiese pasado en ella.