La antigua casa de Venancio Zabaleta, ubicada en calle 17, No. 254 entre I y J, Vedado, quizás no siempre ha atraído mucho la vista por «culpa» de sus «célebres vecinos», pero realmente es de las que cuenta y ha mantenido, con evocaciones del plateresco español, una de las más bellas expresiones eclécticas de la calle 17, la «galería de mansiones suntuosas» como la llamaba Alejo Carpentier.
Fue residencia familiar en altos, desde principios de los años 20 del vasco, Venancio Zabaleta Aramburo y su esposa María Teresa Álvarez Abella.
Venancio Zabaleta Aramburo
Nacido en Villareal (de Urrechua, actual Urretxu), actual comunidad autónoma del País Vasco, en 1874, y llegado a Cuba muy joven, como muchos emigrados españoles, a los 14 años; comienza a trabajar como mensajero y luego dependiente en la bodega de un pariente en la calle Dragones No. 100 esquina Campanario, «La 1ra de Dragones», la cual llegó a ser de su propiedad a partir de la primera década del siglo XX.
Alrededor de 1912 Venancio Zabaleta funda su empresa en el giro de importación y comercio al por mayor de víveres, bajo la razón «Zabaleta, Sierra y Compañía», en un establecimiento de la calle San Ignacio No. 506-508 entre Luz y Santa Clara, Habana Vieja, y que hacia los años 30 refunda como “Zabaleta y Compañía” entrando como socio Ramón Armada Sagrerá.
Venancio Zabaleta fue una reconocida personalidad de la comunidad vasca, y española en general, en Cuba, entre los fundadores del Centro Euskaru de La Habana, vocal de la junta directiva del Casino Español en los 20, vocal suplente de la junta directiva de «La Tropical», luego Presidente de la Asociación Vasco Navarra de Beneficencia (AVNB, fundada en La Habana en 1877) entre 1936 y 1957, y acreedor de la Orden de Isabel La Católica en 1955 por sus méritos al frente de esta asociación y su labor aglutinadora de vascos y españoles en Cuba.
A inicios de la década del 40 se muda con su familia al reparto Alturas de Almendares (allí fallece a los 84 años, en noviembre de 1958).
Tras partir Venancio Zabaleta, la mansión de la calle 17, No. 254 pasa a ser residencia familiar del reconocido radiólogo Dr. Gonzalo Elizondo Martell y su esposa Ana Silva, y luego hasta los 60, de su hermano el cirujano dentista Dr. Luis Elizondo Martell y su familia, quienes poseían en el “Edificio Médico” de 11 esquina K, sus departamentos de Radiología y Estomatología con un avanzado equipamiento.
Comentarios Recientes