En esta mansión ubicada en la calle D, No. 657 entre 27 y 29, en el Vedado, residió los últimos años de su vida – y en ella fallece el 23 de enero de 1918, doña Amalia Simoni Argilagos, viuda del inolvidable e insigne patriota, el Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz.
Amalia Simoni residió en ella desde los primeros años de la República, junto a su hija Herminia, casada con Graciano Betancourt Castillo, propietarios de la mansión, y su nieto Oscar.
Afortunadamente el centenario inmueble, se conserva en bastante buen estado – actualmente es una dependencia de la Agencia Cubana de Noticias (ACN) – pero sin una placa que identifique este suceso.
Amalia Simoni e Ignacio Agramonte, amor hasta después de la muerte
La historia de amor y fidelidad a la causa independentista de Cuba, protagonizada por Amalia Simoni e Ignacio Agramonte, ha trascendido hasta nuestros días como una de las reliquias más hermosas que atesora el alma cubana:
Patriota a carta cabal, prestando servicios en hospitales de campaña durante la Guerra de los Diez Años, a doña Amalia Simoni la arrestan por su colaboración insurrecta y aprovechando su vínculo con el Mayor, le conminan a que le escriba para que abandone la lucha. Como un rayo, les responde:
«Primero me dejo cortar una mano, antes que escribir a mi esposo para que sea un traidor».
Tiempo después, este lance, hace exclamar al Apóstol de nuestra independencia:
«¡Fáciles son los héroes con tales mujeres!»
Debe emigrar entonces Amalia Simoni a New York en aquellos años turbulentos, por exigencias del Mayor. Ya estaba embarazada de Herminia, la segunda de sus vástagos, y a la que nunca pudo conocer su padre, pues caía en combate con toda la gloria, el 11 de mayo de 1873.
Luego de la paz del Zanjón, Amalia Simoni regresa al Camagüey. Cuando estalla la Guerra Necesaria, tiene que volver a emigrar: su ejemplo y patriotismo, la hacen muy peligrosa para los colonialistas españoles.
Tras la guerra e instaurada la Republica, se traslada a vivir con su hija Herminia y su yerno a esta residencia. Le proponen ayuda económica por ser la viuda del Mayor y tajante la rechaza:
«Mi esposo no peleó por dejarme una pensión, lo hizo por la libertad de Cuba».
Trackbacks/Pingbacks