Ubicada en la calle J, No. 301 esquina 15, en el Vedado se encuentra la bella mansión construida en 1928, proyecto del notable arquitecto José Ignacio del Álamo Valdés, para su propia residencia familiar.

El arquitecto José Ignacio del Álamo fue autor también de otros numerosos proyectos de residencias en el Vedado y falleció en septiembre de 1930.

Luego de la muerte del arquitecto fue propietaria de la casa de J, No. 301, su viuda Isabel Maria Linares Bacot y sus tres hijos José Ignacio, Jorge y Marta.

Al poco tiempo, en enero de 1932, también fallece Isabel M. Linares y, posteriormente, los hijos van a residir a Miramar con sus respectivas familias.

Es entonces que la mansión construida en la calle J por Ignacio del Álamo es adquirida como residencia por Dolores Lage, viuda de Vidal, que también fueron propietarios de varias viviendas para alquiler en La Habana.

Jose Ignacio del Alamo

Su hija Lolita Vidal Lage vivió también en el lugar, junto a su esposo, el periodista y diplomático Rafael Pérez y González-Muñoz, quien fuera, durante el gobierno de Ramón Grau San Martín, Subsecretario de Estado en 1944 y luego Secretario de Estado en 1947 hasta el final del mandato, y que posteriormente continuó trabajando en el servicio diplomático del país.

Hasta el día de hoy la residencia ha continuado siendo particular.