El hotel Armadores de Santander en el Centro Histórico de La Habana se encuentra ubicado en la intersección de la calle Luz con la Avenida del Puerto. Justo frente al Parque Aracelio Iglesias, donde antiguamente se levantara el histórico hotel Mascotte.
Ocupa el hotel Armadores de Santander tres edificios de diferentes épocas y estilos – de los que dos de los tres funcionaran alguna vez como negocio de alojaniento – y que fueron rehabilitados y restaurados para asumir esa función.
Tres edificios para un hotel
El edificio principal de los tres que conforman el hotel Armadores de Santander se construyó en el año 1897 por el cántabro, José Cabrera Mier, natural de Santander, cuyas iniciales «JC» aún se conservan en las puertas. Fiel a la costumbre de la época, José Cabrera, hizo, además, esculpir a relieve el escudo de su ciudad natal.
Entre 1903 y 1909 la planta alta del edificio fue ocupada por el Centro Balear, mientras en el nivel inferior se establecían varios comercios y servicios que servían a la animada zona del puerto.
Este edificio permaneció en manos de los herederos de José Cabrera Mier hasta la década del 40 del siglo pasado. En el ínterin, el cántabro adquirió el edificio contiguo de la calle San Pedro (hoy Avenida del Puerto) que forma parte también del actual hotel. Allí funcionaban desde finales del siglo XIX varios pequeños negocios, incluida la posada «Las Cuatro Naciones», que en 1899 abriera José Mouré García.
Funcionaba en el tercer edificio de los que hoy forman el hotel Armadores de Santander, el Hotel El Universo, que era, además, café, restaurante y lunch. Años después la planta alta sería utilizada como casa de huéspedes y la baja sería ocupada, como en el anterior, por el pequeño comercio.
Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959, los tres edificios pasaron a manos del Estado cubano.
Hotel Armadores de Santander, aires de Cantabria
La falta de mantenimiento adecuado que por décadas sufrieron los tres edificios los llevó a un estado precario, casi de pérdida total, hasta que en 1999, la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC) decidió asumir su reconstrucción para abrir el hotel Armadores de Santander.
Del inmueble principal de la calle Luz, se pudo rescatar, además de la fachada y las puertas originales, la cúpula central con sus pinturas y la escalera de mármol de Carrara, con pasamanos también de mármol y barandilla de hierro fundido.
Toda la carpintería y gran parte de los decorados se perdieron en el tiempo, pero la OHC los recreó fielmente, a partir de los planos originales y las antiguas fotos existentes.
Los edificios secundarios de la Avenida del Puerto quedaron integrados dentro de la nueva fachada del Hotel Armadores de Santander. El deterioro de estos era mucho más avanzado y tuvieron que ser reconstruidos casi en su totalidad.
Desde el principio se propuso la gerencia que el hotel Armadores de Santander tuviese un aire marinero, acorde a su nombre y a su ubicación frente al histórico Muelle de Luz.
En esa línea ha estado siempre el hotel pintado de colores como el verde y el azul, y sus instalaciones decoradas con motivos marineros, como las olas que se mecen en los pisos del Lobby Bar «La Marina» y el Restaurante Cantabria.
Comentarios Recientes