El antiguo Gran Garage Vives se encontraba situado en los números del 501 al 507 de la Avenida de España (antigua calle Vives) y giraba bajo la razón social de «Efectos y Accesorios de Automóviles».
Gran Garage Vives SA
Gran Garage Vives SA era una importadora y distribuidora en todo el territorio de la República de los efectos requeridos para la distribución y el mantenimiento de toda clase de automóviles, camiones y ómnibus, de los cuales mantenía un gran stock que le permitía asegurar el transporte a cualquier lugar de la Isla por tiempo ilimitado.
La empresa se constituyó en el año 1922 y en trato como accionistas y propietarios los señores Álvaro Fernández, Ricardo Vidal y Aquilino García.
El almacén del Gran Garage Vives (cuyo nombre comercial registró Álvaro Fernández para su uso exclusivo en 1936 ante la Secretaría de Comercio de la República de Cuba [1] y modificó en 1952 para convertirlo en una sociedad anónima) ocupaba cuatro enormes y modernas naves en las que trabajaban 24 obreros, acogidos a todos los beneficios que establecían las leyes sociales vigentes en el país y cubiertos por la Cooperativa de Seguros Aliados del Transporte SA.
Personal de oficina y obreros del Gran Garage Vives en 1944
Presidía Efectos y Accesorios de Automóviles el asturiano Álvaro Fernández, natural de Oviedo, ciudad en la que había nacido en el año 1898. Acogido a la ciudadanía cubano y casado con una cubana, Fernández compartía la dirección comercial del negocio con los otros dos accionistas antes mencionados.
Con excelente crédito del poderoso banco The First National Bank of Boston, el Gran Garage Vives, era uno de los negocios más importantes, sino el más importante, en el giro de los garagistas. Pertenecía a la Cámara de Comercio de Automóviles, a la Cámara de Comercio Española y contribuía a varias organizaciones culturales y benéficas.
Referencias
[1] Secretaría de Comercio de la República de Cuba. Boletín Oficial de la Secretaría de Comercio. Ocubre de 1936.
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