Le ha llegado al balneario La Concha el turno de aparecer por las páginas de Fotos de La Habana. En este recorrido engorroso de desempolvar el pasado y situarlo junto al del presente, debemos separar a este balneario de sus acompañantes de la antigua playa de Marianao.
Esta zona marítima, al oeste de La Habana, vivió su particular apogeo alrededor de la década de los años veinte del siglo pasado. José Manuel Cortina y Carlos Miguel de Céspedes, dos activos promotores urbanísticos, abogados y agentes políticos de notable relevancia en el contexto de renovación política cubana de aquellos años, tomaron las riendas de convertir aquella zona en la gran Riviera del Caribe.
Ese primer disparo urbanizable convocó a no pocos interesados. El negocio inmobiliario se había confirmado como un sólido proyecto de futuro para los grandes inversores habaneros.
Balneario La Concha
Inaugurado en 1929 fue ejecutado por la firma Schultze & Weaver a raíz de un proyecto del arquitecto cubano Francisco Centurión, gestionado por la compañía The Cuban American Realty Company. Ésta lo quiso dotar de un aspecto «a medias entre castillo feudal y claustro conventual románico… aplicó una concepción distinta a la establecida por ejemplos anteriores al otorgarle a las galerías porticadas de circulación y a los patios entre ellas una jerarquía casi igual a la de los locales interiores«1.
A diferencia del resto de los clubes en la zona de la Playa de Marianao, con muelles dentro de la famosa concha, el balneario La Concha tenía un sistema libre de asociados que lo convertía en el más popular entre las clases medias.
Estaba lejos del lujoso ambiente del selectísimo Habana Yacht Club (HYC), sin embargo, con los años se ganaría a un público numeroso y constante, además de ser sede de reuniones sociales como las de los Rotarios de Marianao.
El acceso a las instalaciones se podía hacer mediante dos formas. El pago íntegro garantizaba, además de los servicios de baño y uso de las instalaciones deportivas, el acceso al vecino Coney Island Park, el parque de atracciones más conocidos de La Habana.
En el año 1954 las tarifas eran las siguientes.
Tipo de Entrada | Precio días festivos | Precio de lunes a viernes |
---|---|---|
Mayores con derecho a baño | 1.35 | 1.00 |
Menores con derecho a baño | 0.60 | 0.50 |
Entrada solamente mayores | 0.60 | 0.25 |
Entrada solamente menores | 0.25 | 0.10 |
El balneario La Concha se dividía en dos secciones (caballeros y señoras) que contaban con los departamentos de trusas, valores, casetas individuales (setecientas para los caballeros y seiscientas para las señores), más de dos mil quinientas taquillas para guardar los objetos personales. Además se incluía un solárium, un profesor de gimnasia y los camareros que se encargaban de los salones.
Entre las facilidades para practicar deportes podemos destacar el court de tennis, dos canchas de hand ball, aparatos de gimnasia, un parque infantil, glorietas con cómodos sillones y sillas de extensión para descansar en la arena. A este se sumaba el equipo médico, de salvavidas y de restauración.
En el verano se daban grandes matinées, destacando en los años cincuenta las amenizadas por la orquesta de los hermanos Palau.
Con la desaparición de los tranvías la única forma de acceder en aquellos años era mediante las rutas operadas por los Autobuses Modernos y los Ómnibus Aliados.
- Eduardo Luis Rodríguez. La Habana Arquitectura del Siglo XX. ↩︎
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