Ramón Arístides Agüero Betancourt fue un patriota y diplomático cubano. Representante de la República en Armas en varios países de América del Sur durante la Guerra de Independencia, fue electo por el Tercer Cuerpo del Ejército Libertador cubano a la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana.

Nació en Camagüey en 1866. Era hijo de Constantino Agüero de Varona, quien se encontraba emparentado con las familias de mayor abolengo de Puerto Príncipe.

Al estallar la Guerra de los Diez Años, la familia completa se alzó en armas contra España y marchó a la manigua [1].

Arístides Agüero, Diplomacia y Revolución

Graduado de Dr. en Farmacia en la Universidad de La Habana el 19 de septiembre de 1892, fue siempre fiel al ideal independentista por el que había sangrado su familia en la Guerra Grande. Por esa razón, Arístides Agüero Betancourt se puso al servicio de Cuba Libre apenas estalló la contienda del 95. Razón por la cual fue destituido de su puesto de catedrático en la Escuela de Farmacia poco después.

El gobierno de la República en Armas le envió al cono sur americano, a gestionar ante las repúblicas del continente – que en la Guerra del 68 habían reconocido a los insurgentes cubanos – el imprescindible apoyo que necesitaba la causa libertadora.

A su llegada a Sudamérica el pueblo llano manifestó su apoyo a la causa cubana, lo que se tradujo en miles de pesos que Arístides Agüero envío al Delegado Tomás Estrada Palma; como los recaudados en la función a beneficio de la Cruz Roja de Cuba el domingo 29 de diciembre de 1895 en el Teatro Concepción de Santiago de Chile, donde un coro de treinta señoritas interpretó entre otras obras el Himno El Camagüey. Pese al apoyo popular ningún gobierno reconoció la beligerancia de los cubanos e incluso defendieron los intereses de Madrid ante las presiones de las poderosas colonias españolas:

«Los demócratas, obreros y estudiantes están con nosotros, pero los conservadores y los clericales nos hacen la guerra sorda…»

Carta de Arístides Agüero Betancourt a Tomás [2].

Sería Arístides Agüero, en su calidad de representante cubano quien le daría una carta de recomendación para el Mayor General Antonio Maceo al chileno Pedro Vargas Sotomayor, quien se incorporaría al Ejército Libertador cubano y participaría en la Invasión de Oriente a Occidente para morir con grados de coronel en Bahía Honda, Pinar del Río.

Concluida la guerra, Arístides Agüero fue electo por Tercer Cuerpo del Ejército Libertador a la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana, donde fue uno de los delegados que con más fuerza defendió la destitución del Mayor General Máximo Gómez del cargo de General en Jefe del Ejército Libertador; un acto de estupidez política que significó el suicidio de la Asamblea ante la opinión pública.

Una vez cesó la soberanía española sobre Cuba, Arístides Agüero Betancourt regresó, y dentro del espíritu conciliatorio que insufló la escena política nacional. Contrajo nupcias el 18 de enero de 1904, a las nueve de la noche, con Herminia Montoro Saladrigas en la iglesia de Monserrate. Herminia era una de las hijas de Rafael Montoro, figura cimera del autonomismo en Cuba.

Arístides Agüero Betancourt, al igual que su padre, el Dr. Constantino Agüero, se integraron al servicio exterior de la naciente República de Cuba, en el que desarrollaron una destacada carrera diplomática.

En la segunda mitad de la década de 1900, Arístides Agüero fue enviado como encargado de negocios en Berlín, Imperio Alemán, donde nacería su tercer hijo, el futuro abogado y empresario Rafael Agüero Montoro. Anteriormente el matrimonio Agüero – Montoro había tenido otros dos vástagos: María Antonia y Arístides.

Años después, en 1913, sería designado embajador en Argentina, país que ya conocía desde su misión como representante de la República de Cuba en Armas. Como diplomático fue además uno de los representantes cubanos en la VI Conferencia Internacional Panamericana, celebrada en La Haya, en la cual se defendió y argumento el criterio de que Cuba era un Estado Soberano no una Nación cliente.

Uno de sus logros mas destacados como diplomático fue en 1927, cuando fue designado por el Consejo de la Liga de las Naciones para presidir la 3ra Conferencia Internacional de Tránsito y Comunicaciones.

Notas y Referencias

[1] Dos de sus hermanos, Diego y Gaspar Agüero de Varona serían fusilados en 1870 por las autoridades españolas, acusados de separatistas.

[2] Correspondencia diplomática de la Delegación Cubana en Nueva York durante la Guerra de Independencia de 1895 – 1898. Imprenta El Siglo XX. A Muñiz y Hermanos.1946.