Alfredo Despaigne como pelotero tuvo la suerte de poder demostrar el potencial del beisbol cubano en Japón, la segunda mejor liga de pelota del mundo. Su poderoso paso de casi una década por la Tierra del Sol Naciente lo convierten en una de las leyendas latinas del beisbol japonés.

El que sería conocido «Caballo de los Caballos» de Granma nació, sin embargo en Palma Soriano, Santiago de Cuba el 17 de junio de 1986.

No sería hasta la edad de 17 años que el adolescente Alfredo Despaigne dejaría su provincia natal para estudiar en Bayamo, en la ESPA Simón Bolívar, pues en Santiago de Cuba le habían rechazado por ser «demasiado chiquito» para jugar a la pelota.

De inmediato se integró al equipo juvenil de Granma y al año siguiente fue seleccionado para el equipo Cuba de la categoría que se coronó campeón en el Mundial de Taipei de China.

Alfredo Despaigne durante su paso por los Piratas de Campeche de la pelota mexicana
Alfredo Despaigne durante su paso por los Piratas de Campeche de la pelota mexicana

Alfredo Despaigne el Caballo de los Caballos

El joven Despaigne comenzaría a labrar su leyenda entre los Alazanes de Granma en el 2004. En ese, su primer año en la novena de su provincia bateó 313 y sacó diez esféricas para la calle.

Al año siguiente Alfredo Despaigne – que había debutado con el 56 – comenzó a jugar con su característico 54, un número que él se encargaría de hacer grande en los clásicos nacionales.

Ya desde ese entonces se le consideraba un bateador temible y comenzó a sumar, uno tras otro, lideratos hasta que en 2009 rompió el récord de jonrones para una Serie Nacional que hasta entonces había estado en las manos de un paisano suyo: Alexei Bell. En total, Despaigne bateo 32 jonrones en esa campaña; récord que superaría en la serie LI al pegar 36 vuela cercas en la etapa regular y cinco en la postemporada… Una barbaridad.

En la historia de Series Nacionales sólo se puede recordar un pelotero así: el santiaguero Orestes Kindelán, recordista absoluto de jonrones. Sin embargo, no es aventurado decir que, con la frecuencia de jonrones que llevaba Alfredo Despaigne y de no haber sido fichado para jugar en la Liga Japonesa, hubiese pulverizado el récord de Kindelán, quien, además pegó buena parte de estos bambinazos con bate de aluminio.

Alfredo Despaigne, primer pelotero millonario en Cuba

En 2014, Alfredo Despaigne, junto a Michel Enríquez y Yordanys Samón obtuvo un contrato para jugar en la Liga Mexicana de Béisbol con los Piratas de Campeche, con los que literalmente la quemó (incluso llegó a igualar un antiquísimo récord de la Liga Mexicana en manos del Inmortal Martín Dihígo al batear de 6 – 6 en un juego.

Sin embargo, la aventura Mexicana del Caballo de los Caballos terminaría abruptamente por una supuesta irregularidad con su pasaporte que violaba las disposiciones y acuerdos de la Liga Mexicana con la MLB.

Dice que lo sucede conviene y lo que parecía ser una piedra en el camino lo catapultó hasta la Liga Japonesa, donde fue contratado por el Chibba Lotte Marines. En esa su temporada de adaptación a un pitcheo muy superior Alfredo Despaigne bateó 311 y dio 12 jonrones; suficientes para que le mejoraran notablemente su contrato inicial de 700 000 dólares anuales a 4.1 millones de dólares por dos temporadas que podían convertirse en más de seis con los incentivos.

Se convertía así Alfredo Despaigne en el primer pelotero cubano millonario residente en la Isla, una verdadera anomalía en el universo del beisbol cubano que, hasta la irrupción del granmense en la tierra del sol naciente había siempre potenciado el sacrificio y la entrega por encima del interés y el dinero.

Con altibajos en su carrera, como consecuencia de molestias, problemas físicos y la misma edad, Alfredo Despaigne se ha mantenido, sin embargo, jugando siempre en la Liga Japonesa, en la que se ha ganado el cariño y respeto de los aficionados.

Si se suma lo que ha devengado en concepto de salario en todos sus años de juego en Japón, la cifra se eleva a casi 30 millones de dólares; que convierten a Despaigne en uno de los hombres más ricos residentes en Cuba; aunque este último aspecto no suele ser publicitado en la Isla, un país donde el hecho de tener mucho dinero (sin importar la procedencia legal del mismo) es todavía mirado de reojo por la clase política dominante.

Jonrones de Alfredo Despaigne en Japón (2019)