La bella mansión de la calle 21, No. 661 esquina A, Vedado, es la actual Presidencia de la Cámara de Comercio de la República de Cuba fundada en 1963, que la ha mantenido bien restaurada.

De la casa de Andrés Terry a la Cámara de Comercio

Fue proyecto del notable y prematuramente desaparecido arquitecto José F. Mata y construida por «Sucesores de José F. Mata» alrededor de 1918-1919, para residencia familiar del cienfueguero Andrés Avelino Terry Gutiérrez, su esposa Blanca García-Montes Hernández y su hijo Tomás.

Andrés Terry procedía de una de las familias más acaudaladas de Cienfuegos, propietaria de cuantiosos bienes inmuebles y otras propiedades allí. Era sobrino de María del Carmen Terry Dorticós, Marquesa de Perinat y nieto del venezolano, asentado en Cienfuegos en 1830, Tomás Terry Adán, quien llegó a poseer la fortuna más cuantiosa de Cuba en los comienzos de la segunda mitad del siglo XIX (el bello y conocido Teatro Terry de la linda ciudad, uno de los ocho grandes de la Cuba colonial, del que fuera benefactor para su construcción entre 1887-1890, lleva su apellido).

Cámara de Comercio de la República de Cuba, Vedado, La Habana
Presidencia de la Cámara de Comercio de la República de Cuba en la calle 21, No. 667, Vedado.

Fue Andrés Terry uno de los fundadores de la Sociedad Pro-Arte Musical en 1918, de la que la familia de su esposa fue ferviente impulsora, vicepresidente de la pionera «Compañía Aérea de Cuba» en 1920, fundador y benefactor para la construcción de la sede del «Automóvil y Aeroclub de Cuba» en 1924, presidente del Club Rotario de La Habana en 1928 y vocal de la Sociedad Cubana de la Cruz Roja; cantante aficionado de ópera y un destacado filatélico.

En la década de 1930, la casa que hoy ocupa la Cámara de Comercio de la República de Cuba, fue adquirida para residencia familiar, hasta 1960 en que fallece, por el destacado periodista y empresario Alfredo Quilez Bonifaux, director y propietario de la revista Carteles que fundara Oscar H. Massaguer en 1919 (luego, en 1924, también vicepresidente y director artístico de la prestigiosa revista “Social” hasta su desaparición en 1938, propietario del “Instituto de Artes Graficas de La Habana S.A.” en Infanta y Peñalver, y que editaba además la revista Vanidades de la que también fue propietario) .

En enero de 1954, vende “Carteles” y “Vanidades” a Miguel Ángel Quevedo, propietario de la revista Bohemia.