El 24 de enero de 1897 se ofreció la primera función de cine en La Habana. Ese día, mientras los mambises daban machete de lo lindo en los campos de Cuba, en el Paseo del Prado No. 126, en un local, junto al Teatro Tacón, se acomodaban los habaneros para disfrutar del increíble invento de los Hermanos Lumiere.
Para poder asombrarse de la magia del cine, que había traído desde México el francés Gabriel Veyre, las damas y caballeros debieron abonar 50 centavos, mientras los niños y militares pagaban 20.
En total se proyectaron cuatro películas en esta fundacional incursión del cine en La Habana: «El sombrero cómico», «El regador y el muchacho», «El tren» y «Partida de cartas».
Gabriel Veyre (1871 – 1936) fue un cineasta francés. Como representante de los hermanos Lumiere, popularizó el cinematógrafo en América Latina, fundamentalmente en México, donde filmó una treintena de películas. El 24 de enero de 1897 presentó la primera exhibición de cine en La Habana, Cuba. Poco después filmó la primera película que se realizó en la Isla, «Simulacro de incendio».
El cinematógrafo fue todo un éxito en La Habana y Gabriel Veyre repitió la función una y otra vez ante un público creciente.
Como representante de los hermanos Lumiere, el francés tenía, además, la encomienda de filmar nuevas películas allá donde fuera (ya había hecho unas 30 durante su estancia en México) por lo que aprovechó su estancia en La Habana para engrosar la colección de películas de la compañía.
Gracias al tremendo impacto de esas primeras funciones de cine en La Habana (a las que asistieron seguramente numerosos militares y funcionarios del gobierno) no le resultó difícil a Gabriel Veyre conseguir los permisos correspondientes con las autoridades y a poco de su presencia en La Habana producía «Simulacro de incendios», la primera película filmada en Cuba, en la que tomó como protagonistas a los heroicos bomberos de la capital.
Simulacro de incendio (1897) primera película hecha en Cuba
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