José Miguel Macías fue un destacado escritor, pedagogo y patriota cubano del siglo XIX. De un saber casi enciclopédico, fue autor de numerosos libros didácticos y artículos de divulgación en Cuba y en México.
José Miguel Macías, maestro y escritor
Nació el 28 de junio de 1832 en La Habana, donde dirigió el Colegio de Santo Tomás. Luego viviría en Guanajay, donde fundaría el Colegio Bartolomé de las Casas. Allí, a partir de 1861 publicó sus primeras obras:
- Historia de la Isla de Cuba (1861)
- Metrología Nacional
- Vindicación de la Metrología Nacional
Después se trasladó a Cárdenas, donde dirigió la Escuela Superior Municipal y fundó el semanario La Capirotada, de carácter independentista.
Iniciada la Guerra del 68, y debido a su pensamiento separatista fue apresado y deportado a la Isla de Fernando Po frente a las costas de África.
Liberado meses después, se embarcó con rumbo a México, donde se estableció de forma permanente para prestar ayuda a los insurgentes cubanos.
Sin rrecurso alguno en país extranjero, José Miguel Macías pidió un puesto de conserje en el periódico El Progreso de Veracruz a cambio de la comida. Allí, el dueño le dio la posibilidad de publicar algunas notas y pronto se convirtió en parte de la redacción.
En, 1873, José Miguel Macías colaboró con el Criterio Independiente de Veracruz y publicó el periódico anticlerical El Jesuita para combatir a la Compañía de Jesús.
Totalmente integrado a la Academia en la nación azteca que le acogió como segunda patria, fue vicerrector y catedrático del Colegio Preparatorio y la Escuela Especial de Veracruz, así como miembro de la Sociedad de Geografía y Estadística de México.
Por sus obras de carácter didáctico recibió medallas de 1ra y 2da Clase en la Exposición de Orizaba (México) y fue galardonado por el Supremo Consejo del Rito Escocés.
Sus trabajos periodísticos se publicaron con frecuencia en los periódicos mexicano bajo el seudónimo de «El Grito de Yara». Así colaboró con el Diario Comercial, la Revista Cubana y La Ilustración Cubana.
En 1852 publicó, junto con José de Castro y Serrano «Animales célebres de todos los tiempos y de todos los países».
Falleció en México en 1905, sin regresar a su tierra natal. El pueblo de Veracruz le rindió grandes homenajes al conocer su deceso. Hoy en día una escuela de primaria de esa ciudad mexicana lleva su nombre.
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