La antigua casa colonial de la calle Oficios, No. 210, frente al callejón de Churruca, fue cuna de los González del Valle y Cañizo, una de las familias que más aportó a la cultura y las ciencias en Cuba durante el siglo XIX.
Los ilustres González del Valle y Cañizo
La familia González del Valle se estableció en La Habana ya desde el siglo XVIII, procedente de Avilés en Asturias.
En el siglo XIX de esta numerosísima familia que llegó a sumar 18 hermanos, salieron algunos de los más destacados intelectuales de la Isla, como los abogados y catedráticos Cosme y José Zacarías González del Valle Cañizo.
José Zacarías fue el más sensible entre todos sus hermanos. Estudió Filosofía y Física, fue un inspirado poeta y escribió las primeras «Lecciones de Meteorología» de las que se tengan noticia en Latinoamérica.
Hermanos de los anteriores fueron los médicos, Ambrosio, Fernando y Esteban:
Ambrosio fue un higienista relevante, autor de compilaciones estadísticas sobre las causas principales de la mortalidad de la población en su época. A la influencia de su obra se debe, en buena medida, la construcción del Cementerio de Colón.
Fernando estuvo entre los fundadores de la primera Cátedra de Cirugía que existió en Cuba y fue un destacadísimo miembro de la Real Academia de Ciencias Físicas y Naturales de La Habana.
Por su parte, Esteban fue profesor de Patología de la Pontificia Universidad de La Habana y escribió numerosos textos de divulgación científica.
Casa de los González del Valle y Cañizo
La casa natal de los distinguidos hermanos, restaurada por la Oficina del Historiador de la Ciudad, se encuentra en la calle Oficios, frente al Callejón de Churruca.
Es una típica casa colonial medianera, sin portal, con dos niveles y dos puertas dobles de alto puntal, rematadas con herrería en su parte superior, desde las que se puede acceder desde la calle.
En su fachada existe una pequeña placa informativa colocada por la OHC en la que se señala que en el lugar vivieron los González del Valle y Cañizo.
¡Gracias por su trabajo digno! Los González del Valle Cañizo son un ejemplo de hermanos que recibieron el «espíritu» del Seminario San Carlos y San Ambrosio, «Cuna de nuestra nacionalidad», por el magisterio directo de algunos de los padres de la «cubanidad». Ellos mismos se convirtieron después en cultores de ese sentimiento, cada uno en su ramo, pero todos pensando en Cuba como una otredad diferente a la Madre Patria.