La historia del beisbol en la Isla de Cuba se remonta a mediados del siglo XIX, desde entonces ha estado pletórica de momentos sublimes y victorias épicas, uno de esas páginas doradas lo protagonizaron en 1959 los Cuban Sugar Kings.
La franquicia cubana no era la primera en el circuito del beisbol norteamericano, sino que fue la continuación de los Havana Cubans, equipo que militaba en las ligas menores del beisbol norteño y que fue desintegrado por el bajón reiterado en su rendimiento.
Cuban Sugar Kings la franquicia cubana en Grandes Ligas
El surgimiento de los Cuban Sugar Kings se remonta a 1946, cuando el empresario George P. Foster y el scout norteamericano Joe Cambria crean los Havana Cubans, los cuales debutaron el 17 de abril de 1946 en el Estadio de La Tropical.
Este equipo que militó en Liga Internacional de Florida, de nivel C, estaba afiliado a los Washington Senators y ganó dos campeonatos consecutivos -a solo un año de su creación- en 1947 y 1948.
En 1954, Roberto “Bobby” Maduro, quien era uno de los inversionistas del Gran Stadium del Cerro -sede desde su inauguración de los Havana Cubans- compra el equipo y le cambia el nombre por el de Cuban Sugars Kings. Su objetivo, ser la primera franquicia no norteamericana en las Grandes Ligas norteamericanas. Hombre de olfato para el deporte y los negocios Bobby Maduro razonaba, acertadamente, que un buen rendimiento del equipo en las Triple A, más la necesidad práctica de una franquicia extranjera que internacionalizara el torneo le daban serias posibilidades de hacer historia y mucho dinero.
Los Cuban Sugar Kings fueron afiliados a los Rojos de Cincinati, e inscritos en el circuito Triple A. Su cantera se nutría sobre todo de talentos cubanos y latinoamericanos y apenas cinco años después de su surgimiento ganaban espectacularmente la Pequeña Serie Mundial. El paso previo para conquistar la meta estaba logrado.
La Pequeña Serie Mundial
La victoria se concretó el 6 de octubre de 1959, en su sede del Stadium del Cerro, ante una enorme concurrencia que abarrotó el lugar para apoyar en el septimo y decisivo juego a su novena. El rival eran los Minneapollis Miller y llegaban con serias posiblidades de éxito según los pronósticos previos a la final.
La nomina que se impuso estaba integrada por:
Manager: Preston Gómez
Coach: Reinaldo Cordeiro
Entrenador: Luis Navarro
Receptores: Jesse Gonder, Enrique Izquierdo
Jugadores del cuadro: Rogelio «Borrego» Álvarez (1B), Elio Chacón y Cookie Rojas (2B), Pompeyo Davalillo (3B), Leonardo Cárdenas (SS).
Jardineros: Daniel Morejón, Tony «Haitiano» González, Ray Shearer, Larry Novak, Carlos Paula.
Lanzadores: Miguel «Mike» Cuellar, Emilio Cueche, Raúl Sánchez, Pedro Carrillo, Ted Wieand, Bob Morehead, Walter Craddock, Luis Tite» Arroyo.
Para acceder a la discusión del título los Cuban Sugar Kings tuvieron que vencer, en un agónico partido, al Richmond 1-0 con pitcheo conjunto de “Tite” Arroyo y Raúl “Salivita” Sánchez.
El partido decisivo fue toda una agonía, Elio Menéndez, presente en el choque lo ha recordado así:
El enfrentamiento con el Minneapolis, que sufrí y gocé desde las graderías, se decidió en el séptimo y último desafío. El choque fue peleado out por out hasta el dramático final que dejó tendido sobre la grama del Stadium del Cerro a los visitantes. El Minneapolis llevaba ventaja de 2-0 a la altura del octavo inning. En la parte baja de esa entrada el encuentro se empató sensacionalmente al anotar dos veces los Sugar Kings por hit de Elio Chacón, elevado del “Haitiano” González al central, doblete de Morejón al derecho y sencillo del jardinero Lou Novak que impulsó las del empate.
En el principio del noveno, “Salivita” le colgó un cero a los visitantes, dejando el escenario listo para lo que vendría después. Y llegó la decisión que convirtió las graderías del parque del Cerro en un auténtico manicomio. El propio Salivita caminó a primera por boleto abriendo la entrada, Davalillo se sacrificó, Chacón tomó ponche y con dos outs, Morejón, indiscutible héroe del encuentro, soltó metrallazo al derecho. Salivita, con la carrera de la victoria en sus spikes dobló y siguió hacia la goma en un aparente suicidio que evitó al lanzarse de manos por fuera, y tocar el home con la izquierda. Fue entonces que el Stadium se vino abajo. ¡Los Cubans ya eran Campeones de la Pequeña Serie Mundial!
Elio Menéndez. Cubaahora
Luego de la victoria muchos creyeron que el ascenso de Los Cubans Sugar Kings al circuito de las Grandes Ligas estaba al doblar de la esquina, pero los acontecimientos políticos que estaban ocurriendo entre ambos países malograron el añorado proyecto.
El 8 de julio de 1960, por orden del Departamento de Estado la franquicia asentada en La Habana se trasladaba para New Jersey, era el fin tácito de la historia de los Cubans Sugar Kings.
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