María del Carmen Miyares Peoli nació en Santiago de Cuba el 7 de octubre de 1848, de padre puertorriqueño y madre habanera.

Siendo una niña, la familia se trasladó a Caracas y volvió a Cuba cuando ya contaba 12 años. Se casó con Manuel Mantilla en el año 1869 y tuvo cuatro hijos: Manuel (1870), Carmen (1873), Ernesto (1878) y María (1880).

Carmen Miyares y José Martí

Carmen Miyares y José Martí se conocieron al arribo de este a New York, en enero de 1880, cuando se alojó en su casa de huéspedes, durante su estancia de 15 años en esa ciudad, hasta su salida definitiva para Cuba el 30 de enero de 1895.

Carmen Miyares fue la receptora de casi toda la papelería martiana, que años después sirviera para que Gonzalo de Quesada y Aróstegui iniciara la publicación de las primeras «Obras Completas».

De no haber existido Carmen Miyares no hubiera sido posible el conocimiento que hoy tenemos de la Obra de José Martí.

Las cartas escritas desde Cuba por José Martí a los hijos de Carmen Miyares constituyen un hermoso testimonio del afecto que les tenía:

«(…) día a día, a caballo y en las más grandes angustias que pueda pasar hombre, iba pensando en ustedes…»

«Envuelve a tu madre, y mímala, porque es grande honor haber venido de esa mujer al mundo.»

«(…) Quiere mucho a tu madre, que no he conocido en este mundo mujer mejor.»

«No puedo ni podré nunca, pensar en ella sin conmoverme y ver más clara y hermosa la vida. Cuida bien ese tesoro.”

Ella fue la mujer definitiva en su vida solitaria. Martí permaneció unido hasta el fin de su vida a aquel hogar, donde dejó sus más cálidos amores.

La Patriota del Silencio

El 19 de mayo de 1895, Martí cayó en Dos Ríos y el 22 Carmita leyó la noticia en las páginas del New York Herald.

El 19 de junio de 1895 Carmen Miyares le escribe a su amiga Irene Pintó de Carrillo:

«Figúrate que será de mi vida sin Martí, el afecto más grande de mi vida, toda la felicidad se ha ido con él: ya para mí el sol se eclipsó y viviré en eterna tiniebla. Martí se había fundido en nuestras almas de tal manera, que a pesar de todas nuestras desgracias, éramos criaturas felices por el cariño tan grande y desinteresado que nos teníamos.»

Falleció el 17 de abril de 1925 en New York, víctima de una neumonía y con su corazón herido de muerte desde 1895.

Ésta patriota digna, se despidió de la vida murmurando el nombre de José Martí.

Eusebio Leal Spengler ante la tumba de Carmen Miyares en Nueva York
Eusebio Leal Spengler ante la tumba de Carmen Miyares en Nueva York

A Carmen Miyares la murmuración la ha rodeado, pero la periodista Nydia Sarabia la ha valorado sabiamente, definiéndola en pocas palabras como:

«La Patriota del Silencio»

Eusebio Leal contó:

«(…) En mi deambular me vi en el cementerio de Woodlawn, en el Bronx, con el anhelo de ubicar el sepulcro de la persona que cuidó y amó a Martí, Carmen Miyares, la madre de María Mantilla.

Llegamos a aquel lugar y había una nieve que lo cubría todo. Cuando nos dijeron: “¡Aquí está la lápida!”, con la mano quité el impedimento para ver la inscripción y deposité en nombre de Martí UN RAMO DE ROSAS BLANCAS.