Esteban Miguel Domínguez Morales, conocido en los medios académicos como Esteban Morales, fue un reputado economista y politólogo cubano.
Nació en Cárdenas, Matanzas, el 26 de agosto de 1942 y estudió Economía Política en la Universidad Lomonosov de Moscú, en la antigua Unión Soviética.
Esteban Morales, el académico «incómodo»
Especialista en las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos, Esteban Morales, quien desempeñó la cátedra de Economía Política de la facultad de Economía de la Universidad de La Habana, fue un invitado frecuente de la televisión en la Isla, en la que intervenía como analista de temas económicos y de política internacional.
Miembro de la Academia de Ciencias de Cuba, fundó y dirigió entre 1980 y 1990 el Centro de Estudios sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana.
Políticamente Esteban Morales fue siempre un hombre de izquierda, que militó dentro de las filas del Partido Comunista de Cuba (PCC). Por eso sorprendió a muchos que en 2010 fuera separado esa organización como consecuencia de un artículo que publicará en la página web de la UNEAC, en el que acusaba abiertamente a algunos funcionarios del Gobierno (sin mencionarlos) de ser corruptos y contrarrevolucionarios.
«Cuando observamos detenidamente la situación interna de Cuba hoy, no podemos tener duda de que la contrarrevolución, poco a poco, va tomando posiciones en ciertos niveles del Estado y del Gobierno.»
Expresó entonces Esteban Morales, desatando un gran revuelo en los círculos académicos y una dura y desproporcionada respuesta por parte de algunos funcionarios del Partido, que consideraron su artículo como una violación de la disciplina del Partido y ordenaron separarlo de las filas, en un proceso relámpago que levantó una ola de apoyo en favor del economista.
Muchos creyeron entonces que Esteban Morales se iría por la más fácil y cambiaría de casaca (como tantas veces ha ocurrido) pero, por el contrario, dentro de la misma disciplina del PCC, manifestó su inconformidad con la medida tomada y presentó su apelación.
Un año después, el académico y economista recuperaba su militancia al ganar el proceso de apelación contra el Comité del PCC que le había separado. El «Caso Morales» fue particularmente singular, pues las decisiones del Partido no suelen ser revertidas, sobre todo cuando se toman por consideraciones de carácter ideológico, como sucedió en el caso de Esteban Morales.
Tras su «reparación» Esteban Morales continuó participando de forma regular en todas las actividades académicas y políticas en las que tomaba parte antes de la sanción.
Actividades que incluían la Sección de Literatura Histórico Social de la UNEAC de la que era un miembro destacado, y la Comisión Aponte, desde la que sostuvo siempre una lucha frontal contra el racismo y por la promoción del legado cultural africano en Cuba.
A Esteban Morales le sorprendió la muerte el 18 de mayo de 2022, a la edad de 79 años, en Medellín, Colombia, en donde se encontraba desde hacía varios meses en compañía de sus hijos y nietos.
Lamentable la muerte de Esteban Morales, lo conocí en la sala de navegación de la UNEAC, enseguida teníamos cosas en común que decirnos. Me contó que lo habían expulsado del Partido Comunista de Cuba por un artículo que aborda el problema de la corrupción en Cuba, y después cuando comprobaron que no estaba practicando o se estaba iniciando en la disidencia, lo volvieron a aceptar y le pidieron disculpas. Artículo del que le pedí `permiso para parcialmente publicarlo en mi libro Fidel Castro opiniones positivas y negativas. Vivía muy modestamente, y creo que se merecía mucho más, pero esa es la vida.
Recuerdo decirme algo que no debería caer en el olvido;
– Roberto no voy a permitir mientras esté en la Comisión Aponte de la UNEAC la formación de cabildos y hermandades por el color de la piel porque eso va generar divisiones y lo veo venir. –
Yo le afirme a Esteban, si eso prospera vas a ver pronto el racismo del negro hacia el blanco, y presiento que esto va a llegar si no se ataja también; él solo hizo lo que a veces hacía para no equivocarse en las respuestas, bajar la vista, hizo silencio, pero asintió con la cabeza.
Nunca te olvidare hermano negro.