El Palacete de Galdós se encontraba ubicado en la calle G, No. 52 esquina a 3ra, en el Vedado.

Construido, presumiblemente, a mediados de los años 20 del siglo pasado, era un bello palacete renacentista con influencias de un plateresco español, cuyo furor se expande en Cuba alrededor de 1924, al decir del eminente arquitecto Leonardo Morales.

Fue propiedad y residencia familiar del patriota, periodista y empresario ferroviario, Domingo Alejandro de Galdós Belzaguy y su segunda esposa doña Maria Luisa Betancourt Castillo, madre de ocho de sus hijos, y cuñada de Herminia Agramonte Simoni, la hija del Mayor Ignacio Agramonte, casada con su hermano Graciano Betancourt.

Domingo Alejandro, fue un experimentado ingeniero ferroviario en Estados Unidos y México, y ya en la década de 1890, administraba también el influyente periódico “La Estrella de Panamá”, en el que se reproducían artículos de José Martí.

Palacete de Galdós en 3ra y G
El Palacete de Galdós en 3ra y G (1) era un bello inmueble de estilo renacentista con influencias del plateresco español

Concluida la guerra, regresó a Cuba y siendo ya el mayor experto cubano, se consagró al rescate y desarrollo de la infraestructura del ferrocarril en Cuba tras las ruinas de la guerra y luego de la instauración de la Republica.

Ocupó, hasta los años 40 mientras se lo permitió su salud, el cargo de vicepresidente ejecutivo de los “Ferrocarriles Consolidados de Cuba”.

Cuentan que poseía una espléndida biblioteca y una valiosa colección de bastones (incluso ejemplares del renacimiento) en el Palacete de 3ra y G (y que luego trasladaría a su nueva residencia de G, No. 351 esq 15, donde fallecería en 1952).

En 1947 la familia vendió el Palacete de Galdós a la Asociación de Escritores y Artistas Americanos (AEAA) para radicar allí su sede, y dar cabida, además, a la Sociedad Colombista Panamericana (fundada en La Habana en 1933).

Luego de varios estudios, decidieron ejecutar un proyecto totalmente nuevo en este lote. Bajo un proyecto del arquitecto Ramón Busto Monzón, se erigió en un par de etapas, el edificio que hoy conocemos (y que se asemeja a un templo), inaugurado en 1953 y con una interesante volumetría en los cánones del art decó tardío y que fue conocido también como la Casa de la Cultura Continental.

A partir de 1959 se funda y radica en lugar desde entonces, la prestigiosa Casa de las Américas.

Nota

  1. La foto antigua pertenece al álbum familiar de Galdós-Solaum.