Chucho Valdés no cabe en una crónica, menos en una digital, el niño prodigio de Quivicán -que con a penas tres años tocaba de oídas el piano usando las dos manos- es encarnación...
Chucho Valdés el alma en un piano
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Chucho Valdés no cabe en una crónica, menos en una digital, el niño prodigio de Quivicán -que con a penas tres años tocaba de oídas el piano usando las dos manos- es encarnación...